"El ácido mandélico es un alfahidroxiácido que tiene un gran poder de renovación de la piel y de control de los procesos de hiperpigmentación, pero, sobre todo, tiene la particularidad de poseer un alto peso molecular que permite un proceso de penetración en la piel muy lento que hace que su aplicación sea menos irritante que la de otros ácidos, lo cual lo hace idóneo para pieles sensibles", explica el Dr. José Vicente Lajo Plaza acerca del peeling con ácido mandélico que él aconseja y realiza con mucha frecuencia y numerosos casos, incluida la mejora del aspecto y tersura de la piel, el tratamiento del acné inflamatorio no quístico y cicatrices residuales y el de las lesiones pigmentarias, incluso e incluido el melasma.
Pero no sólo eso, además de las pieles sensibles, este peeling se puede aplicar en los fototipos más altos, lo que facilita mucho las cosas al experto y profesional en el cual confía la paciente.
El peeling de ácido mandélico se puede realizar a la vuelta del verano y durante todo el año, dada su acción y ventajas, que son muchas. En concreto, el realizado y recomendado por Centro Lajo Plaza disfruta de los siguientes beneficios:
- El ácido mandélico, procedente de las almendras amargas, tiene un gran poder bactericida.
- Este activo interfiere en la cascada de síntesis de melanina, lo que le convierte en un aliado excelente a la hora de atenuar y evitar la aparición de nuevas manchas.
- No se han observado casos de hiperpigmentación postinflamatoria en fototipos oscuros.
- Tiene un importante efecto bactericida, como citábamos al principio. Actúa combatiendo las bacterias que causan el acné y evitando la formación de otras nuevas.
- Permite la incorporación inmediata a la vida normal, pues no requiere periodo de recuperación.
- Disminuye la cohesión de los corneocitos, activa la regeneración celular y promueve un estrato córneo más terso e hidratado.
- Tiene un gran poder de estimulación del incremento de la síntesis de colágeno, elastina y GAGs en la dermis papilar.
Protocolo
Centro Lajo Plaza detalla a continuación su modo de aplicación:
» Tras lavar la cara con solución desengrasante se aplica una capa con pincel de manera homogénea. Se esperan unos tres minutos antes de aplicar la siguiente capa.
» Se puden extender de dos a cinco capas, dependiendo de la intensidad del peeling que queramos conseguir y del fototipo cutáneo. La observación directa es importante durante este proceso, pues se pasa a neutralizar con agua antes de la aparición de ningún signo de enrojecimiento cutáneo.
» El paciente se va a casa y mantiene la aplicación del ácido mandéico un máximo de 24 horas. Pasado este tiempo, se lava la zona tratada e inicia el protocolo de aplicación de los cosmecéuticos recetados.