Cantabria Labs lleva más de 30 años colaborando con la Fundación Emalaikat en diferentes proyectos para mejorar las posibilidades y la calidad de vida de la población de Turkana y de la misión de Nariokotome. El nuevo laboratorio, financiado íntegramente por Cantabria Labs, ya funciona a pleno rendimiento y cuenta con toda la infraestructura necesaria para dar respuesta a las necesidades de la piel de la población turkana.
La actividad del nuevo laboratorio dermatológico ha comenzado con la fabricación de cremas dermatológicas, hidratantes y jabones para la higiene personal, con los máximos estándares de calidad y aval científico que respaldan al laboratorio farmacéutico.
Samuel Kapua, un niño turkano criado en la misión de Nariokotome y becado en toda su trayectoria escolar y universitaria por Cantabria Labs, liderará este proyecto. Se encargará de la formulación en el laboratorio y, también, dará continuidad al compromiso social de la compañía farmacéutica con la región Turkana. Para ello, aplicará sus conocimientos universitarios como bioquímico y los diferentes cursos y prácticas que ha llevado a cabo en las instalaciones de Cantabria Labs.
"En nombre de Cantabria Labs esperamos tener la oportunidad de seguir estando cerca y ayudar a quienes más lo necesitan. Es impresionante ver la fuerza, el compromiso y la ilusión de la población turkana", dice Antonio Matji.En palabras de Antonio Matji de Arroquia, miembro del consejo de Cantabria Labs, que estuvo presente en Turkana en la inauguración del nuevo laboratorio: “Es un un honor estar hoy aquí para inaugurar Derma Nariokotome. En nombre de Cantabria Labs esperamos tener la oportunidad de seguir estando cerca y ayudar a quienes más lo necesitan. Es impresionante ver la fuerza, el compromiso y la ilusión de la población turkana. Quiero recordar también a mi padre, José Antonio Matji, cofundador de Cantabria Labs, cuya devoción por asistir y curar a los más pobres nos ha traído hasta aquí y a mi hermano Juan Matji, presidente de Cantabria Labs, por haber liderado esta senda de colaboración”.
Con esta iniciativa, la farmacéutica reafirma que hay un ingrediente especial y longevo en las fórmulas de sus productos: la acción y la responsabilidad social.
Cantabria Labs, en estos treinta años de trabajo con la Fundación Emalaikat y siguiendo su compromiso de mejorar la salud y calidad de vida de quienes más lo necesitan, ha permitido la construcción de más de 300 pozos y presas que han acercado el agua a la población local, la formación de más de 2.500 niños cada año y la asistencia sanitaria a más de 90 comunidades en Turkana.