Corea del Sur es, probablemente, uno de los países del mundo donde se practica más la cirugía estética, y la formación musical Six Bomb, una de las más exitosas del país, ha llevado al extremo esta pasión por el bisturí en sus últimos lanzamientos, donde muestran el antes y el después de sus operaciones.
Como no podía ser de otra forma, los videoclips del conjunto coreano ya han causado polémica al respecto de la obsesión por la perfección física, la frivolización de la cirugía estética y la exacerbada competitividad existente en este país que, pese a contar con solo 50 millones de habitantes, tiene un mercado de cirugía estética valorado en más de 4.400 millones de euros anuales.
No toda la sociedad surcoreana ha respondido bien a los vídeos de Six Bomb, considerándolos una muestra de una cultura que fomenta la desigualdad de género, la superficialidad y la mercantilización de la belleza.Eso sí, al parecer las mujeres coreanas tienen bastante claros sus cánones de belleza, y los más de 2.000 cirujanos del país realizan 1.200.000 operaciones anuales repartidas entre retoques de párpados, perfilados de nariz y reducciones de mandíbula. Los hombres, en cambio, se inclinan por el agrandamiento de ojos y pómulos. A este fenómeno social contribuyen, por supuesto, los ídolos de masas, fundamentalmente cantantes y actores de televisión, que son los primeros en mejorar su imagen y marcan tendencia allá donde pisan.
Además, esta floreciente industria se nutre también de centenares de miles de visitantes extranjeros que acuden a Corea del Sur exclusivamente para operarse. Las nacionalidades más frecuentes de estos extranjeros son la china y la japonesa, ya que encuentran aquí tarifas competitivas acompañadas de los mejores estándares de calidad.
Según el grupo, se trata de una iniciativa orientada a normalizar el uso de la cirugía estética, en vez de ocultarlo como muchos de sus compatriotas hacen. Las operaciones han supuesto un desembolso de más de 82.000 euros, repartidos entre diversas intervenciones en el rostro e implantes de mama para todas sus integrantes. Sin embargo, no toda la sociedad surcoreana ha respondido bien a los vídeos de Six Bomb, considerándolos una muestra de una cultura que fomenta la desigualdad de género, la superficialidad y la mercantilización de la belleza.