Hace casi dos años que Lanluma comenzó a reformatear los glúteos a la carta revolucionando el sector de la medicina estética. Hasta entonces, los implantes o el ácido hialurónico eran las únicas -y no demasiado logradas- vías para añadir volumen, pero este relleno a base de ácido poliláctico ha roto moldes.

Este tratamiento no requiere reposo. Lo único que hay que hacer es llevar unos vendajes tensores en la zona tratada durante 48 horas.

Como explica la doctora Victoria Páez, especialista en medicina estética, “a diferencia del ácido hialurónico de vida corta y a los poco valorados implantes de silicona, el ácido poliláctico se comporta como un relleno dérmico bioestimulante que produce colágeno nuevo y mejora la firmeza, además de aumentar el volumen donde sea necesario, de una manera muy natural y con una duración de más de dos años".

» Protocolo.
En primer lugar, el médico que va a realizar el tratamiento estudia detenidamente la forma natural del glúteo y marca las zonas a trabajar. Después de mezclar el producto (que se presenta en polvo) con agua esterilizada justo antes de su uso, este se inyecta con ayuda de una microcánula en las zonas a proyectar.

Se puede aplicar anestesia local, pero se trata de un tratamiento prácticamente indoloro.

No requiere reposo. Lo único que hay que hacer es llevar unos vendajes tensores en la zona tratada durante 48 horas, y el tiempo de recuperación es mínimo.

» ¿Por qué ahora?
Porque se necesitan entre 1 y 3 sesiones que deberían espaciarse entre ellas alrededor de dos o tres meses. Además, los resultados son graduales y alcanzan el pico máximo a los tres meses.

» Proporción 40/60, la más buscada.
Como señala la doctora Páez, “esta es la proporción ideal y la que resulta más atractiva y natural. Los glúteos perfectos habrán de concentrar el 40% del volumen en la mitad superior del glúteo y el 60% restante en la inferior”.









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