El confinamiento y la ausencia de exposición solar han ayudado a que tratamientos como la retinización despierten un gran interés. De hecho, el retinol está considerado una de las moléculas más efectivas a la hora de mejorar el aspecto de la dermis, sobre todo en cuanto a arrugas y manchas, según la Dra. Elena Martínez Lorenzo, dermatóloga de la Clínica Pilar de Frutos "El retinol es uno de los mejores tratamientos antiedad que existenl", añade Martínez, cirujana plástica y experta en medicina estética.
Los retinoides, derivados de la vitamina A, se encargan de aumentar la velocidad de renovación celular y exfoliar la dermis, ya que consiguen eliminar la capa más superficial de la piel. El retinol, el ácido retinoico y el resto de retinoides favorecen una piel más joven y luminosa. Además, todos estos tratamientos contribuyen estimular la formación de colágeno ya que activan la proliferación de fibroblastos.
¿Retinol o ácido retinoico?
En casa, el retinoide de uso tópico más conocido y aconsejado para mejorar la calidad de la piel será el famoso retinol, precursor del ácido retinoico. En función de la concentración y formulación del producto con retinol, este será más o menos eficaz contra las manchas, las marcas de acné y el envejecimiento en general. Esta molécula es muy común en numerosos cosméticos, donde varían las concentraciones y formulaciones.
El retinol es un activo muy inestable que se oxida con relativa facilidad por lo que hay que evitar exponerlo a la luz. También provoca esa exfoliación superficial y renovación cutánea necesarias para mejorar la apariencia de manchas, marcas y pequeñas arrugas y líneas de expresión. El retinol, menos potente que el ácido retinoico, incluido en tratamientos médicos, se prescribe para cuidar la piel, mejorar su textura e imperfecciones y engrosar la dermis para luchar contra la flacidez, a largo plazo. Igualmente, el retinol tiene un alto poder irritante, por lo que se debe aumentar la frecuencia de uso progresivamente hasta obtener una tolerancia general preferiblemente por la noche para evitar su oxidación con la luz solar y favorecer el recambio celular nocturno.
Los retinoides, derivados de la vitamina A, se encargan de aumentar la velocidad de renovación celular y exfoliar la dermis, ya que consiguen eliminar la capa más superficial de la piel.Por su parte, el ácido retinoico representa la forma más pura de vitamina A y generalmente es más potente que el retinol. Se presenta en dos maneras, en forma de tetrinoína e isotetrinoína (que es de uso oral y cuya única indicación es el tratamiento bajo supervisión médica del acné moderado-grave que no responde a otros tratamientos, tópicos y antibióticos). Su principal función es conseguir la atrofia casi completa de la glándula sebácea, siendo un tratamiento prácticamente definitivo para el acné. No obstante, al producir una exfoliación superficial va a mejorar marcas, manchas y pequeñas arrugas de expresión, consiguiendo un aspecto más rejuvenecido y estimulando la producción de colágeno mediante la estimulación de fibroblastos de la dermis. El ácido retinoico tópico o tretinoína es la forma cosmética más potente de la familia de los retinoides pero a su vez el más irritante, por lo que se debe utilizar siempre en periodos cortos de tiempo, bajo supervisión médica, por la noche y en pauta ascendente.
En general, los retinoides son irritantes, por lo que si la piel es muy sensible se puede pasar a otro tipo de moléculas como el retinaldehido, que se forma por oxidación del retinol. El retinaldehido irrita menos y se puede usar durante el día. Sus efectos se notan al cabo de un tiempo y está recomendado en pieles sensibles.
En resumen, el uso de retinol en cualquier tratamiento a domicilio se debe hacer con cautela, y bajo la supervisión de un especialista en dermatología. Únicamente el experto podrá elegir la formulación y concentración adecuadas al paciente.