El Dr. Antonio Licitra, especialista en medicina estética y director de su propia clínica Med Estetic (www.med-estetic.es) ha creado Smooth Code, un doble protocolo para tratar el famoso código de barras y las líneas de marioneta con resultados inmejorables.

Smooth code es un tratamiento discreto, "mínimamente invasivo, atemporal y apto para todo tipo de pieles", enumera el doctor Licitra, quien a continuación, también nos explica al detalle cómo proceder con el mismo.

Para no dejar de sonreír nunca

Se comienza por el 'código de barras', estas arruguitas de expresión verticales se hacen visible en la zona superior de los labios y debajo de la nariz a consecuencia de varios gestos que realizamos espontáneamente en nuestro día a día (sonreír, silbar, fumar...e incluso al hablar).

"No puedo, es más, me niego a decirle a un paciente que deje de sonreír para que evite las líneas de expresión. Gracias a la medicina estética y el ácido hialurónico, no hay por qué prescindir, podemos reír y vernos perfectos al mismo tiempo", asegura el especialista.

Las microinyecciones con ácido hialurónico en el código de barras elimina las arrugas por completo ya existentes, hidrata la zona y evita la aparición de futuras arruguitas respetando la forma natural de los labios.

"El uso del ácido hialurónico crea una estructura bajo la piel, que aporta volumen y sensación de naturalidad en las expresiones faciales evitando las caras acartonadas y herméticas", dice el doctor.

Las microinyecciones con ácido hialurónico en el código de barras consiguen (sobre el borde del labio superior) además de eliminar las arrugas por completo ya existentes, hidratar la zona y evitar la aparición de futuras arrugas respetando la forma natural de los labios.

El efecto dura entre 14 y 16 meses.
Estas arrugas aparecen a partir del final del surco nasogeniano, a la altura de la comisura del labio, y que descienden hacia ambos lados de la barbilla.
Generan un efecto de tristeza en la expresión del rostro nada favorecedor.

"El proceso se extiende entre 30 y 50 minutos y los efectos son inmediatos, con una durabilidad de 18 meses", explica el Dr. Antonio Licitra.

Objetivo, revitalizar y quitarle años al cuello

Por otra parte, el cuello ha sido el gran olvidado y no por ello el menos importante en cuestión de tratamientos estéticos.

Uno de los puntos débiles de la fisionomía es el abultamiento grueso de tejido subcutáneo que cuelga bajo la barbilla, más conocido como papada, que se ha convertido en uno de los mayores complejos de los hombres y la mujeres en la actualidad.

No son pocas las personas que acumulan grasa debajo de la barbilla, más de un 61%. Suele ser congénita, y éstas se hallan predispuestas genéticamente a sufrirla, si los adipocitos de esta zona están programados para acumular grasa, inevitablemente acabará sucediendo por mucha atención y prevención que le pongamos (dieta, ejercicios...).

¿Cuándo y por qué surge este problema estético?
Suele ser congénito, como hemos adelantado. Es verdad que a partir de los 35 años las personas tendemos a acumular grasa en esta zona, sobre todo, aquellas que tienen unos kilos de más y un corto desarrollo mandibular.

Aunque "no todas las papadas tienen el mismo origen, ni se tratan por igual. Es de suma importancia realizar un buen diagnóstico previo antes de actuar. Sin él, el hecho de tratar a todas las personas por igual dará como resultado fracasos en el tratamiento, que no deseamos", afirma por su parte, la Dra. Carmen Martín, especialista en medicina estética (www.estetica-dra-carmen-martin.es).

Uno de los puntos débiles de la fisionomía es la papada, que se ha convertido en uno de los mayores complejos de los hombres y las mujeres en la actualidad.

En su consulta, acostumbrada a tratar este problema, aconseja el tratamiento Prostolan, un procedimiento nada invasivo (no contiene ácido desoxicólico, por lo que no inflama ni duele durante el tratamiento), basado en péptidos lipolíticos de liberación prolongada y ácido hialurónico indicados especialmente para eliminar la grasa submentoniana (papada).

Estas inyecciones subcutáneas de acción quema grasa consiguen una notable reducción de la papada. Es una técnica que evita el quirófano con resultados definitivos y permanentes (recomendada entre dos y tres sesiones). La función específica de estas cadenas de péptidos tiene por objetivo reducir la cantidad de adiposidad (grasa) localizada en el cuello y ayudar a mejorar y aumentar la síntesis del colágeno. Tras el tratamiento, la grasa se elimina gradualmente a través del hígado y los canales linfáticos.









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