El bótox o toxina botulínica aporta diversidad de beneficios en medicina estética: alisar el cutis, reducir las arrugas, aumentar zonas con flacidez... pero ha evolucionado y ahora se centran en nuevas tendencias que los profesionales deben saber.

"La toxina botulínica continúa siendo, años después de su aparición, el tratamiento antiaging estrella tanto para retrasar el envejecimiento como para tratar las arrugas de expresión", explica la doctora Natalia Ribé. Una de sus ventajas, según la profesional, es que es una sustancia única que resulta efectiva no solo para suavizar las arrugas de expresión, causadas por la contracción repetida y continuada del músculo, sino también para retrasar la aparición de nuevas arrugas. "A tal efecto es importante, por tanto, desmontar el falso mito del bótox como producto de relleno".

En 2002 se aprobó el uso de la toxina botulínica para fines cosméticos. "Han pasado más de 15 años y los avances en las técnicas, instrumentos y experiencia médica han permitido mejorar los resultados", responde el equipo de medicina estética de Clínica Opción Médica. Para ello, el bótox es igual que en sus inicios, "lo que ha cambiado básicamente son los instrumentos que se utilizan (las agujas son mucho más finas y precisas) y la experiencia de los doctores que han conseguido mejorar los resultados".

De mitigar arrugas de expresión a prevenir

La evolución del bótox ha ido a mejor. De manera que sus funciones se han ampliado, tal como señala la doctora Beatriz Beltrán. "Para mí, ayuda a prevenir arrugas de expresión y se utiliza como un tratamiento preventivo y es un básico de los pacientes".

Para los profesionales de Clínica Opción Medica, en un principio tan solo se utilizaba para paliar arrugas de expresión, como las patas de gallo o el entrecejo, "ahora también sabemos que tiene un gran valor preventivo, por lo tanto tiene dos funciones, evitar la formación de arrugas gracias a la relajación del músculo temporalmente y tratar las existentes. Ésta es la razón por la que se utiliza cada vez en personas más jóvenes".

Algo que destaca Natalia Ribé: "puede ser utilizado por pacientes jóvenes cuyos progenitores presentan arrugas muy marcadas (entrecejo, patas de gallo, etc.), optándose así por retrasar la huella genética". La doctora explica que los tratamientos con toxina botulínica son procedimientos seguros y altamente eficaces, cuyos resultados además, son duraderos. "De hecho, disponemos de estudios clínicos a tal efecto, que demuestran que los efectos se mantienen hasta 4 meses (5 meses incluso en algunos pacientes) después de la inyección".

El bótox no se escapa de las malas praxis

No obstante, la toxina botulínica se ha encontrado a lo largo de los últimos años, "con dos espadas de Damocles que le han hecho adquirir la mala fama que no merece", señala la doctora Natalia Ribé. Por un lado, el abuso que ha dado lugar a rostros inexpresivos por exceso y mala praxis, y no por no ser un buen producto como se ha querido dar a entender.

Del otro, "el creciente mercado negro en medicina estética. En el que muchas veces se empleen neurotoxinas o rellenos para conseguir el tan anhelado efecto antiaging. Y uno de los productos más falsificados, sin duda, es el bótox. Los productos estéticos falsos no cuentan con ningún tipo de regularización, no han pasado ningún control sanitario y suponen un verdadero peligro para nuestro aspecto físico y nuestra salud".

La doctora destaca que es imprescindible que este tratamiento sea realizado por un profesional experto en dicha materia, dada la importancia, además, de esculpir la cara del paciente siempre adaptándonos a sus necesidades y deseos, "pero a la vez manteniendo el equilibrio y la naturalidad, para evitar congelar la expresión del rostro, y mantener siempre la expresión individualizada de cada paciente".

La naturalidad, la tendencia

La tendencia actual apunta a la aplicación de bótox en dosis menores y más diluidas para conseguir rostros más naturales. Así lo apunta el doctor José Maria Ricart, jefe de servicio de dermatología en Ruber Internacional Paseo de La Habana, en Madrid. "Es la solución perfecta para todos aquellos pacientes que huyen e rostros planchados e inertes sin movimiento ni expresión".

También lo cree Natalia Ribé. "La tendencia se dirige hacia la naturalidad. Hay que tener medida con todo y, más aún, en el caso de la medicina estética. El rostro se puede esculpir y se le puede conferir serenidad y belleza, pero un rostro, nunca debe 'borrarse'. Esa es la tendencia, una medicina estética cada vez más preventiva y encarada, insisto, hacia la naturalidad e individualidad del paciente. Cada paciente es único, y aquello que lo hace único y especial puede ser mejorado, pero preservado".

Además, otra tendencia del bótox es que se combina con otros tratamientos. "Como, por ejemplo, el ácido hialurónico para rellenar los surcos nasogenianos o tratamientos de alto nivel como el Thermage, lo último lo último en tecnología estética para combatir la flacidez, mejorar el tono y textura de la piel y rejuvenecer el rostro de forma natural. Puede combinarse con multitud de tratamientos de medicina estética avanzada dependiendo del objetivo de cada paciente", remarcan desde Clínica Opción Médica.

Tratamientos actuales

La doctora Beatriz Beltrán destaca un protocolo que rejuvenece la mirada. "Combinamos toxina con ulthera y conseguimos un efecto lifting natural y progresivo de las cejas y, de esta forma, es más duradero".

El protocolo Skin Perfection de IMR en Ruber Internacional Paseo de La Habana supone un plan de Rejuvenecimiento de 360º porque da un giro completo al cuidado de la piel sin necesidad de pasar por quirófano. El doctor José Maria Ricart explica que la combinación de bótox y rellenos lidera la demanda de tratamientos de rejuvenecimiento.

Para esto aplican Ultherapy, un sistema de tecnología avanzada que a través de ultrasonidos despierta tus reservas de colágeno y consigue elevar, tensar y tonificar la piel sin cirugía. "Esta técnica estimula de forma natural el colágeno en las capas profundas de la piel dejando intacta la capa superficial". Según el doctor, se usa sobre todo para tensar la línea mandibular y el cuello, aunque los resultados son también muy interesantes para elevar las cejas, eliminar las arrugas del escote y mejorar las bolsas de los párpados.

Por su parte, la doctora Natalia Ribé comenta que el tratamiento con toxina botulínica se inicia con un análisis personalizado de la musculatura del paciente, de su fuerza muscular y de las arrugas, tanto en reposo como dinámicas, causadas por la gesticulación y acción muscular, y se deciden las zonas más apropiadas a tratar, que en el caso de la toxina botulínica son las arrugas glabelares (entrecejo), las arrugas perioculares (patas de gallo) y las arrugas frontales.

Posteriormente se marca la musculatura a tratar y se realizan los puntos de inyección con una aguja muy fina, que hace que el tratamiento sea sutil y rápido. Por último, se dan a los pacientes los consejos y pautas a seguir posttratamiento, más apropiadas según el caso.

15 días después se realiza un control y de ser preciso, los retoques pertinentes. "No obstante, no debemos obviar otros usos quizás menos conocidos de la toxina botulínica como sería el caso de ésta para tratar la hiperhidrosis o sudoración excesiva en manos, pies y axilas causada por una disfunción de las glándulas sudoríparas. Al inyectarse el bótox, éste bloquea la estimulación de acetilcolina con lo cual se detiene la sudoración".

La profesional remarca que la toxina botulínica incrementa sus óptimos resultados en protocolos combinados con peelings, rejuvenecimiento IPL y aparatología en general (manteniendo los tiempos necesarios entre ambos tratamientos; normalmente 15 días entre ambos tratamientos empezando por el bótox), con rellenos (especialmente en el caso de las arrugas glabelares, acaban resultando grandes aliados, y también manteniendo una semana aproximadamente entre tratamientos, comenzando por la toxina), con hilos tensores, ya que podemos combinar el bótox en el tercio superior con los hilos en el inferior en casos de arrugas de expresión y falta de firmeza en la piel, lo cual revertirá en un rostro más rejuvenecido y firme, revializaciones y tratamientos de cabina que nos ayuden a mantener la piel jugosa e hidratada, etc.









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