La medicina regenerativa, que ahonda en la capacidad del cuerpo de reconstruir órganos y tejidos mediante el uso de células, biomateriales y factores de crecimiento, es una de las ramas más prometedoras de la ciencia, y Croma Pharma, un referente de esta nueva disciplina, una de sus principales abanderadas.
PhilArt, su tratamiento a base de polinucleótidos de origen natural inyectables, viene avalado por unas cifras que hablan por sí solas: se ha registrado una sustancial mejora clínica en la reducción de las líneas finas, de las arrugas superficiales y del tono de la piel en un 91% de los casos en todo el cuerpo. Su efecto es muy apreciable en el rostro, el cuello y el escote, tres zonas que acusan especialmente el paso del tiempo. Todo un descubrimiento contra la temida flacidez y un sublimador de la calidad dérmica, a diferencia de otros rellenos dérmicos, PhilArt no aporta volumen ni remodela la estructura facial, lo que lo convierte en la solución perfecta para las personas que buscan un resultado estético y natural.
Con resultados duraderos y mínimos riesgos adversos por su alta biocompatibilidad, PhilArt es perfecto como tratamiento preventivo en el caso de los pacientes más jóvenes. Aunque es el profesional médico quien tiene que prescribir el tratamiento y las sesiones, en estos casos se suele requerir una sesión (2 ml de PhilArt) cada 14 o 21 días con un total de tres sesiones. Los pacientes con pieles más afectadas por el envejecimiento necesitarán una sesión con la misma periodicidad, pero con un total de cuatro sesiones. En ambos tipos de paciente, el tratamiento se aplicará mediante inyección intradérmica con técnica de micropunción o bien mediante una técnica lineal en retroceso. Por último, si la meta es mejorar las cicatrices en estas tres zonas (rostro, cuello y escote), el protocolo estándar marca una sesión (4 ml) cada tres semanas con un total de dos sesiones. En este caso, la técnica de inyección será de 0,1-0,2 ml en cada punto de inyección por vía subdérmica.
Antes y después.
Un sublimador para otros procedimientos
PhilArt ofrece un marcado efecto sinérgico. Por lo que es idóneo para preparar los tejidos antes de otros procedimientos estéticos tales como el láser, la radiofrecuencia, el relleno peeling, el needling o la cirugía. Gracias a su Skin Enhancement Technique (SET), restaura de forma natural las condiciones óptimas de la piel y, con ello, potencia y complementa otros enfoques.
Los polinucleótidos de PhilArt, totalmente naturales, proceden de peces de agua dulce destinados al consumo humano. Su planta de producción europea proporciona un control total de la seguridad de los productos gracias a su exclusiva tecnología de alta purificación. Además, más de 70 años de investigación y más de 100 estudios publicados y presentados en congresos nacionales e internacionales apoyan la seguridad y la eficacia de los polinucleótidos. Estas moléculas aumentan la viabilidad y el número de fibroblastos (las células que contribuyen a la formación de los tejidos conectivos) y la síntesis de colágeno, así como la eliminación de radicales libres a la vez que favorecen la hidratación.
Antes y después.
Desde la clínica NAAC, expertos en esta línea de Croma Pharma, destacan el caso de éxito de una de sus pacientes. Esta mujer presentaba claros signos de envejecimiento cutáneo, deshidratación, piel cetrina y arrugas superficiales en la zona de las mejillas y alrededor de los ojos. El equipo médico decidió prescribirle un tratamiento de una inyección de un vial de PhilArt en las mejillas cada 15 días, en cuatro sesiones, y otro vial de Croma PhilArt Eye en la región periocular también cada 15 días, durante tres sesiones. El resultado fue una clara mejoría de la piel de la paciente, que consiguió un rostro más rejuvenecido, con una notable disminución de la flacidez, mayor luminosidad, reducción de las arrugas estáticas y una notable mejoría en la textura, tersura y calidad de la piel. De la misma manera, se consiguió una mejora de la zona peribucal (código de barra, perfilado y compensación labial) con ácido hialurónico reticulado. Como se puede ver en las imágenes, que tienen 60 días de diferencia entre sí, la evolución entre foto y foto —la primera se hizo antes de la primera sesión y la segunda, 15 días después de la cuarta — es realmente significativa.