La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) ha realizado una encuesta a 1.000 cirujanos plásticos titulados repartidos por toda la geografía española, que arroja datos muy reveladores. El más llamativo: tan solo uno de cada tres pacientes se interesa por la cualificación del médico que va a intervenirle, pese a las reiteradas advertencias sobre los problemas que puede generar la intrusión profesional.
El presidente de la SECPRE, el Dr. Carlos del Cacho, recuerda que "hablamos de intrusión y no de intrusismo porque este último es un delito: se produce cuando alguien que no es médico ejerce como tal. La intrusión tiene que ver con el hecho de que un médico que termina la licenciatura, a día de hoy, en España, puede realizar cualquier tipo de procedimiento médico o quirúrgico. No actúa en contra de la ley, pero sí de forma inadecuada".
Según la encuesta realizada por la SECPRE, la mayoría de los pacientes se decanta por los meses anteriores al inicio del verano, la estación donde hay un mayor interés por la imagen."Es frecuente -apunta la Dra. Ana Jiménez, secretaria general de la SECPRE- que algunas especialidades se solapen. Por ejemplo, los cirujanos plásticos hacemos cirugía de la nariz y los otorrinolaringólogos también y no pasa nada, porque unos y otros tenemos la formación curricular para ello. Lo que no es normal, por poner otro ejemplo, es que un médico general se dedique a realizar aumentos de mama sin la formación necesaria sobre este tipo de intervención, con los consiguientes riesgos para las pacientes y la calidad del resultado".
La misma encuesta revela que el 16,48% de las intervenciones de Cirugía Estética practicadas anualmente por los cirujanos plásticos españoles tienen como objetivo corregir intervenciones anteriores, realizadas con mala praxis por profesionales inadecuados.
1 de cada 10 pacientes recurre a un cirujano plástico influido por la difusión masiva de imágenes de sí mismo y la consiguiente opinión de otras personas sobre ellas."Esta circunstancia -comenta la Dra. Jiménez- complica las nuevas intervenciones desde el punto de vista clínico, conlleva evidentes trastornos emocionales para los pacientes y supone un sobrecoste, sea para ellos o para el Sistema Nacional de Salud si la intervención previa ha generado algún problema funcional y, en consecuencia, su corrección está cubierta por la sanidad pública".
En cuanto a la época del año donde más intervenciones se realizan, la encuesta revela que la mayoría de los pacientes se decanta por los meses anteriores al inicio del verano, la estación donde hay un mayor interés por la imagen. En concreto, el 66% de los cirujanos plásticos encuestados asegura que recibe la mayor demanda de intervenciones quirúrgico-estéticas en primavera, frente al 27% de los que dicen experimentar este "pico de actividad" entre el otoño y el invierno y el 7% que afirma tener más pacientes interesados en verano que en cualquier otra época del año.
En cuanto a las intervenciones más demandadas tras el verano, el aumento de mamas y la liposucción ocupan las posiciones de cabeza, según la encuesta, con el 26,31% y el 20,92% del total respectivamente. A continuación, la abdominoplastia ( la extirpación del exceso de piel y grasa abdominal y la corrección de la flacidez muscular) presenta el crecimiento más destacado. El cuarto puesto es para la blefaroplastia o cirugía de los párpados, seguida de la elevación de mamas, la rinoplastia o cirugía de la nariz y la reducción mamaria.
La encuesta revela que el 16,48% de las intervenciones de cirugía estética practicadas anualmente por los cirujanos plásticos españoles tienen como objetivo corregir intervenciones previas.El rejuvenecimiento facial no quirúrgico (principalmente, los rellenos con ácido hialurónico y la aplicación de toxina botulínica ) queda por encima de la cirugía de contorno corporal y el lifting facial. La otoplastia o cirugía de corrección de las orejas, la cirugía genital y otras que, por representar porcentajes muy pequeños, se agrupan a efectos estadísticos, cierran el ranking.
La encuesta, finalmente, ha preguntado a los cirujanos plásticos por dos supuestas motivaciones de los pacientes para intervenirse de cirugía estética, de las que se suele hablar con frecuencia: la influencia de los famosos y la de las redes sociales, sobre todo por el fenómeno selfie. Concretamente, 1 de cada 10 pacientes recurre a un cirujano plástico influido por la difusión masiva de imágenes de sí mismo y la consiguiente opinión de otras personas sobre ellas.