El estudio Desterrando Mitos, realizado por Allergan con la colaboración de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), ha contado con las opiniones de una muestra de más de 1.900 mujeres españolas de entre 30 y 65 años. El estudio arroja datos reveladores: únicamente el 13% de las españolas tiene conocimientos acerca de los rellenos dérmicos, a pesar de ser una de las prácticas habituales en nuestro país por parte de expertos en los que confiar, tal y como asegura Petra Vega, presidenta de la SEME. "En España calculamos que este tipo de tratamientos se ha incrementado en un 10% en el 2016, frente al año anterior", ha asegurado.
Rellenos dérmicos versus toxina botulínica
Asimismo, según los resultados aportados en el estudio, el 40% de las españolas no saben cuál es la diferencia entre la toxina botulínica y los rellenos dérmicos. Además, al 41% le suena pero no sabe exactamente qué es."Esta es una de las grandes labores que debemos aclarar y desmitificar. La toxina botulínica está indicada para tratar y prevenir las arrugas de expresión en patas de gallo y entrecejo; mientras que los rellenos dérmicos con ácido hialurónico ayudan a restablecer el volumen perdido en labios, código de barras, líneas de marioneta, ojeras y tercio superior. La combinación de ambos tratamientos es una de las más utilizadas, básicamente entre el 60 y 65% de los tratamientos médico estéticos", ha recalcado Vega.
De hecho, a la gran mayoría de las encuestadas (casi un 80%), les gustaría poder tratar suavemente alguna zona del rostro para no parecer cansada. En concreto, la mitad borraría sus arrugas pero conservando una expresión natural, y un tercio se trataría las ojeras, especialmente entre los 30 y 45 años.
Patas de gallo, lo que más preocupa a partir de los 45 años
A tenor del estudio, las patas de gallo se convierte en una de las zonas que más preocupan a las entrevistadas a partir de los 45 años. Una de cada diez encuestadas desearía rejuvenecer 10 años. Las españolas valoran dos aspectos a la hora de hacerse un tratamiento con rellenos dérmicos: acudir a un buen especialista y verificar el producto.
"Hoy en día hay más intrusismo y corremos el riesgo de acudir a un centro no cualificado. Para obtener un buen resultado, debemos tener la certeza de que el centro cuenta con la autorización sanitaria de su comunidad (visible en la puerta), que el profesional escogido para realizar el tratamiento es médico con formación en medicina estética, así como conocer la marca y etiqueta del producto que se nos inyecta", ha subrayado la experta.
Las españolas valoran dos aspectos a la hora de hacerse un tratamiento con rellenos dérmicos: acudir a un buen especialista y verificar el producto.En cuanto al tipo de producto, el especialista en medicina estética y director médico del Centro Médico Estético Lajo Plaza en Madrid, Vicente Lajo, ha informado de que no todos los ácidos hialurónicos son "iguales". También ha comentado que la "virtud" de los hialurónicos formulados con tecnología Vycross, que combinan moléculas de bajo y alto peso molecular, les proporcionan unas características de maleabilidad muy superiores a otros hialurónicos.
"En la actualidad, la versatilidad de los rellenos dérmicos, permite aplicarlos no solo para eliminar arrugas, sino para reponer volúmenes perdidos, reestructurar los contornos faciales y mejorar la calidad de la piel. Todo ello se efectúa de manera natural, casi indolora, de forma que permite reincorporarse a la vida normal de manera inmediata", ha matizado el experto.
En otro orden de cosas, el doctor ha destacado la "perfecta integración" del ácido hialurónico en los tejidos, superior a otros rellenos dérmicos, debido a su capacidad de mejorar la calidad de la piel. Al mismo tiempo, el ácido hialurónico suaviza las arrugas, aporta luminosidad y recupera la elasticidad perdida con el paso del tiempo, incluso en las capas profundas de la piel.
"No requiere cirugía. El procedimiento es muy sencillo y se realiza en la consulta. Además, permite incorporarse a la vida normal de inmediato", ha explicado el doctor Lajo. Los resultados se prolongan hasta los 18 meses.