"El 40% de la población tiene sonrisa gingival. De hecho, hasta el 60% de los pacientes que llegan a la consulta pidiendo un aumento de labios, cuando les estudio resulta que el problema que tienen es una sonrisa gingival: que es cuando se ven las encías al sonreír", asegura el médico estético Jorge Mercado.

La toxina botulínica en esta zona, por ejemplo, no dura más allá de mes o mes y medio y deja el gesto raro. Mientras que el ácido hialurónico perdura 10 meses y consigue descender la sonrisa sin que pierda su movimiento natural.

Según el doctor Mercado, esto es la Reestructuración Dinámica (RD), que trata de complicarle la función a tres tipos de músculos: los de la zona del bigote, los que elevan que se encuentran en las aletas de la nariz, y los de la sonrisa que están insertados en los pómulos.

"Los dos primeros se solucionan entrando con una cánula por el surco nasogeniano e introduciendo ácido hialurónico Teosyal RHA 4, de Teoxane", apunta el profesional.

Este ácido hialurónico es excepcionalmente viscoso y elástico, además de específico para aportar volumen en zonas dinámicas. Y los últimos pinchando con una aguja a nivel de los pómulos ácido hialurónico Ultradeep, que es más viscoelástico (mantiene la elasticidad de la piel).









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