Parece estar normalizado el pensamiento general que califica o denomina de lunar a los puntos rojos que frecuentemente aparecen en al piel. Sin embargo, no lo son.
Los puntos rubí, que también reciben otros nombres como angiomas senil, angioma capilar, angiomas en cereza (del inglés, cherry angioma) o puntos de Campbell-De Morgan (que fue el primer dermatólogo que los describió), son en realidad alteraciones de la dermis, más en concreto, lesiones, muy significativas debido a su peculiar color rojo, un rojo vivo.
Los puntos de rubí suelen aparecer sobre todo en el tronco y extremidades. aunque también pueden producirse en la cara. Se dan en adultos, con mayor frecuencia a partir de los 50 años, aunque también es posible verlos en personas más jóvenes.Los puntos de rubí miden de entre 1 a 4 mm. Suelen aparecer sobre todo en el tronco y extremidades. Aunque también pueden producirse en la cara. Se dan en adultos, con mayor frecuencia a partir de los 50 años, aunque también es posible verlos en personas más jóvenes. No pican ni causan síntoma alguno.
La aparición de estos puntos rubí está directamente relacionada con el envejecimiento de la piel y la herencia genética; aunque, hasta el momento, no se puede hacer nada para prevenirlos.
La sobreexposición solar o la exposición al sol sin utilizar fotoprotección también pueden suponer un factor de riesgo, ya que el sol es, tras el paso del tiempo, el principal causante del envejecimiento cutáneo. Hablamos del fotoenvejecimiento.
Por eso, los doctores y expertos afirman que su causa exacta no está definida. Aunque se ha de destacar que es frecuente que varias personas de una misma familia los presenten.
Identificación de los puntos rubí
Es muy sencillo identificar los puntos rubí o puntos rojos. Deben diferenciarse de algunos tipos de lunares, otros tipos de angiomas o petequias; pero en general con una exploración clínica es suficiente y es muy raro que el dermatólogo necesite realizar alguna técnica especial para diagnosticarlos.
Al estar relacionados con el envejecimiento de la piel, los puntos rubí suelen empezar a aparecer a partir de los 40-50 años, como ya hemos adelantado. No obstante, hay personas con un alto componente hereditario en las que pueden salir antes, entre los 20 y los 30 años, para ir proliferando cada vez más con el paso del tiempo.
Generalmente, lo que más causan es un malestar estético. Al paciente no le gusta verlos ni tenerlos. Eso sí, aunque por regla general sean benignos, si pican, sangran o crecen lo conveniente es descartar cualquier tipo de malignidad por parte del dermatólogo.
¿Cómo se tratan los puntos rojos?
No es una lesión que haya que tratar, no obstante, se recomienda destruirla o extraerla cuando existan dudas en el diagnóstico, si sangran con frecuencia o si el paciente está incómodo con su apariencia estética.
Existen varios tratamientos disponibles para retirar los puntos de rubi o suprimir los puntos rojos. Los principales son:
Cirugía convencional: no recomendada excepto si existen sospechas de tumor maligno.
Electrocirugía: eliminación del punto rubí a través del calor. El electrobisturí calienta una fina punta metálica al contacto con la piel y con ella se quema el punto rubí hasta su desaparición. Los resultados dependen del tipo de instrumental empleado y de la habilidad del médico. A veces, puede dejar cicatriz, especialmente en zonas como escote. Se recomienda esta técnica en lesiones de gran tamaño y muy abultadas o en aquellas en las que se requiera análisis.
Láser o luz pulsada: se pueden utilizar láseres ablativos como el de erbio o CO2, pero los más recomendables en cuanto a resultado cosmético y que suelen preferir los pacientes, son los dispositivos de luz pulsada (luz pulsada intensa, IPL o luz colorante pulsado) ya que, al actuar directamente sobre el vaso sanguíneo y no dañar la capa superficial, mejoran el resultado estético. Esta técnica está especialmente en caso de puntos rubís múltiples de pequeño tamaño o en zonas delicadas como cara y escote.
¿Cuál es el mejor método que extirpa o quita los puntos de rubí?
El mejor método para la eliminación de los puntos de rubí son los láseres vasculares, en opinión de la mayoría de expertos, como el PDL o el KTP, que permiten, además, quitar muchos en una misma sesión, garantizando que no queden marcas ni cicatrices asociadas al tratamiento y que no vuelvan a salir.
Pueden tratarse también mediante electrocoagulación.
Ambos son métodos rápidos y sencillos, métodos naturales para quitar los puntos de rubí, con los que el paciente se incorpora de forma inmediata a su rutina diaria, eliminando para siempre, los puntos de rubí.
Precios de tratamiento para quitar los puntos de rubí
La horquilla de precios en el tratamiento de rubí, suele responder a las siguientes cantidades, según sea consulta, revisión o tratamiento:
El precio de la primera consulta de dermatología es de entre 70 a 100 euros y las sucesivas revisiones de 50 euros.
Dependiendo del tratamiento escogido para eliminar las lesiones el precio es de:
Tratamiento de las lesiones (electrocirugía): 100 euros /140 euros.
Tratamiento de las lesiones (láser): desde 160 euros.