Con tan solo 25 años, Pascual Morillas, cuenta con dos clínicas de medicina estética, está a punto de abrir otro centro, tiene 12 empleados en plantilla y más de 20 colaboradores. El año pasado llegó a facturar un millón de euros y sigue arriesgando en nuevos sectores para diversificar su negocio.
El año pasado Pascual Morillas llegó a facturar un millón de euros y sigue arriesgando en nuevos sectores para diversificar su negocio.Pese a que su ciudad natal es Alcoy, una una pequeña localidad de Alicante que en su día, cónclave y referente textil, Pascual Morillas no se dedica al mundo de la moda. Su negocio está basado en la medicina estética más revolucionaria sin cirugía.
El emprendedor contaba con los conocimientos suficientes para lanzar el negocio: experiencia en el mundo de la medicina estética, dado que anteriormente se dedicaba al marketing de clínicas. Con tan solo 21 años decide así crear Clínicas Versus, un nuevo concepto de medicina estética sin cirugía, como el balón gástrico ingerible, que además realiza seguimiento psicológico pre y postratamiento. El primero lo abrió en Alicante y posteriormente, el segundo, en Madrid. Ahora está a punto de inaugurar otro en Marbella.
Instagram: @clinicaversusLa clave del éxito está en el negocio familiar y cercano
La inversión inicial fue aproximadamente de unos 50.000 euros. Cuando llegó el Covid-19, dice Morilla, “me trasladé de local y tuve que realizar una inversión adicional. Éste estaba completamente vacío, por lo que tuve que realizar una reforma integral”, cuenta Morillas. A lo que añade que, “hace año y medio, cuando abrí la otra sede en Madrid capital, la cual es preciosa ya que es toda de cristal, tuve que realizar otra inversión”. Además, ha ido adquiriendo la maquinaria más innovadora del sector, como dos Indiba Deep Care, un láser médico y la última inversión estrella, el Coolsculpting Élite, “soy la segunda clínica en Madrid en tenerlo", indica Morillas.
La clave para que el negocio funcione es que es "una clínica familiar, cercana, en la cual conocemos al máximo a todos nuestros pacientes y siempre en completa evolución", asegura Pascual Morillas.En cuanto al equipo humano, “empecé con 2 empleados y varios colaboradores autónomos. Actualmente tengo 12 empleados y más de 20 colaboradores autónomos. Gracias a esta familia, damos el buen servicio a nuestros pacientes”, declara. Y es que, además del equipo humano de las clínicas, cuenta con colaboradores lo que les permite llegar a más zonas.
“La experiencia es muy enriquecedora, pero tienes que tener conocimiento, delicadeza y sobre todo humanidad, ya que tratamos con personas diariamente que necesitan solucionar problemas, complejos y/o necesitan sentirse mejor”.
No obstante, la clave para que el negocio funcione es que es “una clínica familiar, cercana, en la cual conocemos al máximo a todos nuestros pacientes y siempre en completa evolución intentando innovar día a día”, asegura Pascual Morillas.
Instagram: @clinicaversusEl negoció se hizo fuerte el año del Covid-19
Su negocio ha sido resiliente a las adversidades y ha crecido sobre todo en el año del Covid-19. “Fue un año en que la gente necesitaba sentirse bien, fue un año muy bueno”, cuenta. Tanto es así que en 2021 facturamos aproximadamente un millón de euros.
De cara a 2023, este emprendedor al frente de Clínicas Versus, anuncia novedades. “Actualmente mi negocio principal es la clínica; no obstante, estoy trabajando en otras empresas que tengo para poder avanzar con ellas y lanzar en breve otras novedades de diferentes sectores, ya que para mí es importante diversificar ingresos”, confiesa Morillas.
Pascual Morillas.Los retos de ser emprendedor
Asegura que el recorrido ha sido intenso, siempre rodeado de amigos y colaboradores que son, reitera, "como familia, de los cuales aprendes mucho y también aprendemos de los errores para rectificar y continuar más fuerte".
Sin embargo, el camino no es fácil. “Montar un negocio a día de hoy es todo un reto y las adversidades que puede suponer cualquier cambio socioeconómico son importantes a tener en cuenta y para tener resiliencia”.
Lo más complicado de emprender es “la poca flexibilidad que se da en este país, el cual te obliga a pagar elevados impuestos. A diferencia de otros países, este es el que más nos ‘exprime’”. A lo que añade que “también considera la poca educación que nos imparten desde pequeños a nivel de formación de gestión económica, administrativa, etcétera”.
Por ello, a otros emprendedores “les diría que no se lamenten de los errores, guarda siempre la enseñanza que te genere, levántate y continúa”, concluye Pascual Morillas.