Los poros son los orificios de salida de las glándulas sudoríparas y de las unidades pilosebáceas. Y, por lo tanto, son necesarios. Pero algunos factores pueden determinar que sean más o menos visibles. La doctora Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Dra. Pérez Sevilla, nos explica cómo cuidar las pieles con poros muy visibles, para minimizar su aspecto.
Poros dilatados: una gran preocupación
De las diferentes irregularidades que puede presentar la piel, hay una que preocupa a todas las edades: los poros dilatados. En algunas personas son mucho más visibles, según nos explica la doctora Arantxa Arana, dermatóloga de la Clínica Dra. Pérez Sevilla, se debe a diversos factores. “En realidad, el tamaño de los poros está determinado fundamentalmente por la genética. Sin embargo, la piel grasa, el fotoenvejecimiento y otros factores pueden hacer que se vean más grandes. Entre ellos encontramos: sebo excesivo; disminución de la elasticidad de la piel alrededor de los poros, a causa del envejecimiento, estrés, funcionamiento de las hormonas, alimentación o estilo de vida, o una combinación de todas estas causas; aumento del volumen del folículo piloso. Esto ocurre cuando el folículo se obstruye por una combinación de suciedad, células muertas y maquillaje; falta de vitamina A”.
En las pieles envejecidas, los poros son más visibles
Tener la piel grasa o mixta es, como ha comentado la doctora, una de las principales causas de que los poros sean más visibles, pero también el envejecimiento cutáneo. “Con el paso de los años la piel pierde elasticidad, lo que genera que los poros se deformen, se vuelvan más ovalados y resulten más visibles. Así, los poros se vuelven cada vez más evidentes a partir de los 30-40 años. Esto es especialmente visible en el área interna de las mejillas (a los costados de la nariz). La correlación entre poros visibles y fotoenvejecimiento es tan clara, que su aumento se considera un signo más de envejecimiento de la piel (junto a otros factores como manchas y arrugas)”, comenta Arantxa Arana.
Los poros no se pueden cerrar, pero sí minimizar
La experta añade que “la función de los poros es la de permitir la salida de los lípidos producidos por las glándulas sebáceas lubricando la piel. La grasa que se produce y segrega en la piel contribuye a mantener la humedad y la barrera protectora de nuestra piel”. Por ello, los poros no se pueden cerrar, pero sí es posible minimizar su aspecto. La dermatóloga recomienda cuidar la piel en casa “con una buena rutina de limpieza y evitar el fotoenvejecimiento y la pérdida de elasticidad de la piel. Son necesarios activos preventivos, como los antioxidantes y renovadores como el retinol o el glicólico. También hay que evitar el uso de productos comedogénicos que pueden obstruir y dilatar los poros. Algunos ejemplos son: aceite de coco, aceite de palma y aceite de lino. Finalmente, es importante realizar una exfoliación 2-3 veces a la semana”.
Tratamientos profesionales para minimizar los poros
La doctora Arantxa Arana recomienda:
» Exfoliación profesional o limpiezas faciales: se trata de procedimientos más potentes que los que se pueden hacer en casa. Los poros dilatados se pueden minimizar con vapor, exfoliación, ultrasonido o máscaras con vitaminas A, C y E y que rellenan la piel y sellan las imperfecciones.
» Tratamientos con láser, luz pulsada o luz LED azul: estimulan la producción de colágeno y reducen los poros causados por el fotoenvejecimiento o por la edad. La luz pulsada trata las capas de la piel con rayos de luz de alta intensidad, minimizando los poros visibles y dando una apariencia fresca.
» Peelings químicos: renuevan toda la capa externa de la piel, mejorando su aspecto y estimulando la producción de colágeno.