Cuando la grasa no responde ni a la dieta ni al ejercicio físico, y está localizada en rodillas y/o tobillos, se puede recurrir a la técnica de la liposucción facetada, desarrollada por el Dr. Miguel Chamosa, especialista en cirugía plástica, estética y reparadora, así como doctor en medicina con la calificación Sobresaliente Cum Laude por unanimidad. El Dr. Chamosa también ha sido secretario nacional de la International Society of Aesthetic Plastic Surgery (ISAPS), además de presidente de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva (SECPRE).
De ayer a hoy en día
Un recorrido por las intervenciones médicas que han intentado evitar esta lipodistrofia.
1926. Primera intervención de tobillos mediante raspado de la grasa, realizada por el reconocido cirujano francés Charles Dujarier a la bailarina de la Opera de París Madame Geoffre, con resultado final de amputación bilateral debido a la aparición de gangrena. "En los años veinte, la cirugía estética se circunscribía a los desastres de la guerra. Era una época en la que se podían garantizar muy pocas cosas. Este fue el primer intento de afinar los tobillos, con consecuencias fatales para el paciente. De ahí, la leyenda negra sobre la peligrosidad de la zona, solo superada tras los avances de la cirugía moderna", explica Chamosa.
La liposucción facetada fue reconocida a nivel internacional con el premio Doctor David Livingstone en Johannesburgo, hace más de 19 años.1964. El Dr. Schrudde describió la primera corrección de rodillas 30 años después. La técnica consistía en pequeñas incisiones estratégicas, que permitían realizar un curetaje. "Se trata -aclara Chamosa- de un raspado de la grasa. Era la época anterior a la liposucción".
1977. El Dr. Illouz de Francia populariza la liposucción en la cara interna y externa de los muslos. Por primera vez utiliza una varilla roma que continúa vigente y facilita la aspiración de la grasa profunda. "Es la primera varilla que evita venas, arterias y canales linfáticos. Gracias a esta herramienta no puntiaguda se realiza la primera liposucción en la hipodermis, lo que hace que el Dr. Illouz sea reconocido mundialmente como el padre de la liposucción", dice Chamosa.
1982. Los Dres. Teimourian y Fisher reportan la primera técnica combinada de curetaje y succión del tobillo. Para el Dr. Chamosa sigue siendo un raspado que rompe los canales linfáticos y que puede acabar en gangrena, como muchos otros casos. "Cuando se corta el riego sanguíneo, la zona se empieza a poner cianótica y esto puede llevar a una necrosis de la piel", advierte.
1983. El Dr. Mladick, quien trabaja en Virginia en la actualidad, publica los primeros casos de liposucción en la parte alta de la pantorrilla. Durante el periodo 1985-1987 introduce la tunelización cruzada, y siete años después, el uso del Accelerator-Tip-Canula para trabajar los tobillos con técnica circunferencial. "Se le considera -detalla Chamosa- el pionero mundial en este terreno, siendo el primero que realiza una liposucción circunferencial en el tobillo y que utiliza esta varilla con agujeros laterales para extraer la grasa de forma más rápida desde distintos abordajes. En la correspondencia que hemos mantenido durante algunos años, reconoce mi planteamiento quirúrgico como un avance a su técnica".
1994. Los Dres. Gasperoni y Salgarello, de origen italiano, popularizan la liposucción superficial a 1-2 milímetros debajo de la piel, utilizando pequeñas cánulas y practicando incisiones mínimas. "Nos abrieron los ojos -reconoce Chamosa- pero es una liposucción más superficial que otra cosa. Aunque ha tenido cierta relevancia, la epidermis corre el riesgo de quedar muy dañada y adquirir un aspecto de piel quemada. En realidad, comenzó una época con muchos fracasos".
El Dr. Chamosa fue el primero en diferenciar las seis zonas en la rodilla susceptibles de acumular grasa y el primero en describir la liposucción de cada una de ellas para devolverle su apariencia poliédrica.1998. El Dr. Rohrich de la Universidad de Tejas introduce la liposucción asistida por ultrasonidos, tanto para la parte superior como la inferior de las piernas. "Han surgido otros métodos y hoy en día - aclara Chamosa- los ultrasonidos apenas se utilizan, ya que la succión tradicional mediante atmósfera negativa consigue los mismos resultados e incluso mejores. Además, una cosa es un glúteo o unas cartucheras donde existe gran espesor de grasa y otra muy distinta es el tobillo. El mínimo error en esta última zona, dada su estrechez anatómica, puede dañar alguna estructura".
2013. El Dr. Hoppmann propone la liposucción como alternativa a los implantes de silicona para la remodelación de los gemelos en aquellos pacientes que lo solicitan. "Muy probablemente se dio cuenta que un pequeño injerto de grasa puede recrear el contornode una pantorrilla perfecta. Es una intervención bastante común en mujeres de Centroamérica, que realmente tienen poco gemelo interno. Lo he visto en Brasil y en el Caribe", explica Chamosa.
En qué consiste la liposucción facetada
Fue publicada por la revista americana Plastic & Reconstructive Surgery en el año 1997 y reconocida a nivel internacional con el premio Doctor David Livingstone en Johannesburgo, hace más de 19 años. Fue entonces cuando consiguió el modelado de las piernas, evitando la apariencia tubular de las liposucciones circunferenciales realizadas hasta la fecha para afinar las rodillas y los tobillos.
- RODILLA. El Dr. Chamosa fue el primero en diferenciar las seis zonas en la rodilla susceptibles de acumular grasa y el primero en describir la liposucción de cada una de ellas para devolverle su apariencia poliédrica.
- TOBILLOS. El Dr. Chamosa fue el primer cirujano en considerar la forma romboidal del tobillo a la hora de eliminar la grasa excedente. Frente a la liposucción circunferencial, que reducía el volumen pero dejaba la pierna con forma de columna, abogó por una succión vertical en cuatro facetas (dos por delante, dos por detrás), la única que devuelve a la pierna distal su forma característica y marca el tendón de Aquiles.
La intervención de rodillas y tobillos se sigue practicando con éxito, tanto de forma localizada como en el contexto de una liposucción general de piernas. Se realiza bajo anestesia local con sedación y en algunos casos requiere la hospitalización del paciente durante 24 horas. La recuperación cursa con medias de compresión fuerte y los resultados son definitivos a los seis meses, aunque visibles 30 días después de la operación.