El lipedema una afección de las células grasas que actúa, sobre todo, en las extremidades inferiores. Provoca dolor al tacto o impacto (por ejemplo, al saltar), hematomas sin trauma previo y desproporción física de cintura a pies. También sensación de pesadez en las piernas.
Es una enfermedad infradiagnosticada, generalmente se diagnostica por descarte de otras patologías y causas.
¿Por qué no se diagnostica antes?
Por dos motivos fundamentales:
- Muchas pacientes creen que sus piernas son así por constitución familiar (esto es muy habitual porque el lipedema es una enfermedad hereditaria) o por obesidad.
- La falta de especialistas y el gran desconocimiento que existe acerca del lipedema. Un médico que desconozca esta enfermedad puede pensar que la paciente tiene esas piernas porque son así, o que es por su constitución.
Características
La enfermedad se produce con mayor frecuencia en mujeres y sus principales características son:
- Desproporción corporal desde el ombligo hacia los pies. El acúmulo graso se produce especialmente en zonas trocanteras, por encima y debajo de las rodillas. Los pies quedan sin afectar.
- Dolor: la grasa lipedematosa duele al ejercer presión sobre ella.
- Fragilidad capilar: los pacientes con lipedema presentan hematomas espontáneos, pequeñas arañas vasculares que generan moratones sin traumatismos aparentes.
En las personas que padecen lipedema es muy característico el signo de la copa, como si hubiera una goma al nivel del tobillo que hace que la enfermedad no esté presente en el pie.
Los especialistas que más se están formando en este campo son los cirujanos plásticos, porque el tratamiento para ralentizar la enfermedad es la liposucción de las células grasas enfermas.No todos los pacientes con lipedema presentan una transición brusca de acúmulo de grasa entre el tobillo y el resto de las extremidades, pero todos los que lo presentan tienen la enfermedad.
Si no se ponen medidas, la enfermedad evoluciona del estadio 1 al 4. La grasa cada vez se vuelve más hipertrófica. Los nódulos de grasa crecen de manera excesiva, se van convirtiendo en grandes acumulaciones de grasa.
En los estadios más avanzados de la enfermedad se puede desarrollar un lipolinfedema, que ralentiza completamente el flujo sanguíneo.
Los síntomas del lipedema (disminución de la elasticidad de la piel y del tejido conectivo, menor movilidad por el dolor y disfunción articular, alteraciones en el apoyo plantar e hiperlaxitud articular) ocasionan la alteración de la dinámica de los miembros inferiores y de la bomba muscular afectando al drenaje venoso, sobrecargando la función del sistema linfático y favoreciendo el edema.
¿Qué especialista lo diagnostica?
Lo mejor sería que los médicos de familia conocieran esta enfermedad, porque es donde generalmente las pacientes se quejan del dolor en las piernas.
En la actualidad, los especialistas que más se están formando en este campo son los cirujanos plásticos, porque el tratamiento para ralentizar la enfermedad (pues es crónica) es la liposucción de las células grasas enfermas.
¿Cómo evoluciona?
Existen cuatro tipos de lipedema:
- Tipo 1: acúmulo en la zona pélvica, glúteo y caderas.
- Tipo 2: afectación más extensa, del glúteo hasta rodillas. Aparecen pliegues de grasa alrededor de cara interna de las rodillas.
- Tipo 3: afecta de glúteos a tobillos. Crecimientos de nodularidad.
- Tipo 4: Igual que 3 pero se suman los brazos. No hay pacientes con lipedema solo en brazos, pero los pacientes con lipedema pueden desarrollarlo también en las extremidades superiores.
Los tratamientos
"En Clínica FEMM hemos diseñado protocolos específicos para poder establecer el diagnóstico y tratamiento más adecuado para cada paciente", explican sus responsables.
A la hora de abordar la enfermedad, podemos plantear dos tipos de tratamientos:
» Tratamiento quirúrgico:
Médicamente es el más aceptado porque nos permite extraer gran parte de la grasa enferma, lo que supone eliminar el dolor, corregir la desproporción y aligerar la carga en las extremidades.
La cirugía se acompaña necesariamente de ejercicio y dieta. El lipedema es una enfermedad crónica, por eso, una vez disminuida la cantidad de células grasas enfermas, hay que adoptar un estilo de vida saludable que nos permita enlentecer su avance.
» Tratamiento conservador:
Este tratamiento no contempla la liposucción, por lo que no es adecuado para todos los casos.
Podemos recomendarlo en el primer estadio de la enfermedad, cuando aún no está demasiado avanzada. Y también puede ser necesarios en pacientes en los que la cirugía esté desaconsejada.
La grasa del lipedema es resistente. Con este tratamiento disminuimos el volumen, pero no corregimos la desproporción; para eso debemos recurrir a la cirugía.