Una de las últimas excentricidades a la que recurren las famosas es el lifting vampírico, una técnica que emplea la sangre de cada paciente para rellenar el rostro y ofrecer un aspecto más joven a su piel. Kim Kardashian, siempre a la última, fue una de las que lo probó.
Ahora, esta técnica no solamente es usada para el rostro sino que también se puede emplear para corregir problemas en los senos, tanto en los pezones como para levantarlos e, incluso, para paliar las antiestéticas estrías.
Para ello se saca la sangre del brazo y luego se inyecta plasma rico en plaquetas allí donde se quiere corregir algún problema, es decir con factores de crecimiento de nuestra sangre. Este tratamiento no es barato, pues cuesta alrededor de 1.800 dólares, y vistas sus aplicaciones todo hace pensar que, en un futuro, podrá servir para corregir cualquier tipo de tema estético.