La papada es la consecuencia visible de un superdesarrollo de las células grasas que conforman la zona submental, la que se localiza entre la piel y el músculo más superficial del cuello, llamado platisma. Según el doctor Guilarte, este acúmulo de grasa es congénito, es decir, las personas con papada están predispuestas genéticamente a sufrirla. La papada no es una característica exclusiva de personas con exceso de peso. "Por el contrario, es un problema muy habitual en personas de constitución delgada. En otros casos -aunque poco frecuentes- la papada puede deberse a un desarrollo excesivo de la musculatura del suelo de la boca (formado por los músculos digástricos)".

Este superdesarrollo de los adipocitos puede aparecer de forma temprana, incluso en la adolescencia. "Pues es entonces cuando las células grasas presentan más apetencia por captar grasa. Se trata de un proceso natural que poco tiene que ver con el tipo o cantidad de comida que se ingiera. Si los adipocitos de esta zona están programados para acumular grasa, esto sucederá sin que pueda ponerse remedio alguno", asegura el cirujano.

Posibles soluciones

Estas células grasas que conforman la papada son resistentes a la punción de lipolíticos, la mesoterapia y cualquier tipo de maquinaria cosmética. Según el doctor, la única forma de eliminar estas células pasa por su extracción mediante una cánula específica para la zona. Es importante acudir al especialista para que sea éste quien valore la anatomía del paciente, la problemática concreta y los efectos predecibles. "La papada altera la fisonomía facial considerablemente y a menudo hace parecer más grueso al que la sufre. En sus manifestaciones más severas llega incluso a eliminar el ángulo que de manera natural forman la mandíbula y el cuello", acentúa el doctor Guilarte.

Cómo es la intervención para eliminar la papada

Según el doctor, "El método más eficaz para reducir la papada es una liposucción", y en esta zona se realiza con una incisión de dos milímetros en el pliegue que coincide con la terminación de la barbilla. Luego, el especialista introduce una cánula especial (pico de pato) de 2 mm de diámetro para no lesionar ninguna estructura del cuello. Además, "cada caso es un mundo y hay que valorar tanto la cantidad como la localización exacta de la grasa para conseguir el resultado más uniforme", concluye.

La liposucción se realiza mediante anestesia local, no requiere de ingreso hospitalario y suele durar unos 30 minutos. Mientras que es importante destacar que se realiza de forma ambulatoria y permite la reincorporación del paciente pasadas 24 horas. Los efectos pueden verse de inmediato, aunque se experimentarán hematomas e induración (endurecimiento) de la piel. A partir de la tercera semana el resultado se puede considerar prácticamente definitivo. El doctor explica que los resultados son permanentes. "La grasa en esta zona no volverá a recuperarse, dado que mediante la intervención se han eliminado las células problemáticas".









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