Las manchas aparecen sin previo aviso normalmente después del verano por una excesiva exposición solar. Para poder acabar con ellas existen técnicas en medicina y cirugía cosmética que actualmente se aplican para tratar esta patología que afecta a un 90% de la población a los 65 años.
Hoy en día, según estimaciones de la Sociedad Española de Medicina y Cirugía Cosmética, las manchas solares son uno de los motivos de consulta más comunes en los centros de tratamientos estéticos. Este hecho, se debe, a que la gente cada vez es más consciente del daño que el sol causa.
Aunque afortunadamente, la mayoría de las manchas de origen solar son de tipo benigno, no podemos perder de vista que, en algunas ocasiones, por exposiciones reiteradas al sol, pueden degenerar en lesiones precancerosas e incluso cancerosas. Por este motivo es muy importante visitar a un médico ante la presencia de discromías para poder diferenciar las lesiones benignas, que sólo serán un problema estético, de las malignas que, obligatoriamente, requerirán un abordaje terapéutico ciertamente distinto.
Cada mancha su tratamiento
Para las manchas solares de carácter benigno, los láseres de última generación están demostrando ser muy efectivos. Sin embargo, en las manchas que aparecen durante el embarazo o con la toma de anticonceptivos, el láser no sólo no funciona sino que está contraindicado. La solución de esta patología concreta es un peeling suave, acompañado del uso de cremas despigmentantes, pantallas solares y la menor exposición solar que sea posible.
Por lo general, los mejores y más espectaculares resultados los obtienen con la combinación de las distintas técnicas que existen -básicamente peelings químicos, luz pulsada y algunos tipos de láser- y las posibilidades que cada una de ellas ofrece en cada momento, según el tipo de manchas y la piel del paciente.