Según la multinacional de origen español PronoKal Group, más de tres millones y medio de españoles podrían controlar su diabetes si perdieran peso enfocándose especialmente en la grasa corporal.
Numerosos estudios realizados durante las últimas décadas han llegado a la conclusión de que el exceso la grasa, sobre todo la abdominal, puede provocar tanto enfermedades cardiometabólicas, como trastornos del apetito, pasando incluso por algunos tipos de cáncer. Por lo tanto, reducir su presencia a través de tratamientos específicos apropiados tendría una gran efectividad en la prevención de estas dolencias.
Así, un estudio publicado en 2017 en International Journal of Obesity, que comparaba la efectividad de una dieta cetogénica baja en grasa, una dieta hipocalórica convencional y la cirugía bariátrica, venía a demostrar que el primer tratamiento es el que presenta mayores ventajas, mejorando los valores del índice HOMA (índice médico para predecir la propensión a padecer diabetes tipo 2). La dieta cetogénica reduce el peso a expensas de la grasa corporal y, además, disminuye la resistencia a la insulina, reduciendo el riesgo de diabetes en los sujetos del estudio a niveles normales.
Otra reciente investigación, publicada en The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism (JCEM), muestra cómo los tratamientos que incluyen actividad física y un pauta dietética cetogénica baja en grasa con seguimiento médico y de dietista-coach, provocan pérdida de peso pero manteniendo la masa muscular, logrando incluso que el 90% de la pérdida de peso corresponda a grasa corporal y ayudando, de esta manera, a prevenir la aparición de los trastornos relacionados y su control una vez estos ya se han manifestado.