La cirugía de implantes mamarios mínimamente invasiva es la responsable de que la cicatriz resultante del aumento de pecho pueda reducirse a la mitad: de cuatro a dos centímetros. Una cantidad, que, si hablamos de esta zona del cuerpo tan importante para la mujer, supone un gran avance en cuanto a las expectativas de las pacientes.

Hoy en día, explica uno de los pocos cirujanos que practican esta técnica en España, el doctor Jesús Centeno Silva, cirujano plástico, estético y reparador y director de Sensabell Plastic Surgery, "el pecho femenino está muy expuesto, por la difusión de la imagen a través de las redes sociales y porque a la mujer le gusta vestir tallas mini en ropa de baño y lencería". Por este motivo, añade el cirujano plástico de Sensabell, "la cicatriz resultante de un aumento de mamas, es una de las cuestiones, junto con la anestesia, que más preocupan a quienes van a pasar por el quirófano".

Jesús Centeno Silva.

Intervención mamaria sin cicatriz, el nuevo logro de la cirugía estética

Ahora, esta nueva técnica hace posible que la cicatriz de la intervención resulte imperceptible y lo consigue mediante la realización de incisiones mínimas para colocar la prótesis en el surco submamario, esto es, debajo del pecho. Para ello, explica Centeno, se utiliza un instrumental especial: “Una valva (herramienta quirúrgica para separar los tejidos) iluminada y específica para este tipo de procedimientos que apenas tiene dos centímetros de ancho, lo que permite entrar por una incisión tan ajustada como esta. De igual manera, la inserción del implante se realiza con la utilización de un insertor o funnel que se asemeja a una manga pastelera y que facilita la entrada del implante a través de un orificio tan pequeño, porque, de lo contrario no sería posible”.

Para este profesional de la estética, este abordaje mini invasivo no sólo aporta una mejora en cuanto a la reducción en un 50% del tamaño de la cicatriz, con la mínima distorsión del tejido mamario y alteración de la anatomía de la mama, sino que facilita una rápida recuperación.

Este abordaje miniinvasivo no sólo aporta una mejora en cuanto a la reducción en un 50% del tamaño de la cicatriz, con la mínima distorsión del tejido mamario y alteración de la anatomía de la mama, sino que facilita una rápida recuperación.

Si bien, el tiempo de estancia en quirófano aumenta en un 20%, debido a la precisión que requiere el procedimiento y al “cuidado en la coagulación, en la disección de los tejidos y en la preservación de las estructuras anatómicas de la mama”, el posoperatorio se ve reducido a un día o dos. Eso sí, puntualiza el director de Sensabell, con excepción de la práctica deportiva, de la que habrá que abstenerse durante un par de semanas.

Por último, y fundamental, no todas las prótesis son aptas para esta cirugía mini invasiva. Las empleadas hasta el momento son Ergonomix 1 y Ergonomix 2, de la firma Motiva, “suaves, deformables y con un gel cuyas características permiten introducir el implante por agujeros mínimos y una vez dentro se expande en el bolsillo submamario”.









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