Más allá de los rellenos con ácido hialurónico, que se han convertido en el tratamiento de medicina estética más solicitado, Croma Pharma presenta otra alternativa.
El Plasma Rico en Plaquetas (Arthrex ACP), con la que se puede hacer un abordaje directo a la ojera. “La región del ojo está situada en el centro del rostro humano. Algunos estudios han demostrado que los hombres miran primero a los ojos a las mujeres. Las mujeres, por el contrario, miran en primer lugar ligeramente debajo de los ojos de los hombres. Por lo tanto, la calidad general de la piel, especialmente de la cara, desempeña un papel fundamental a la hora de evaluar el atractivo”, explica el Dr. Félix Montalvo, de 360Clinics.
El valor diferencial que este aporta es que utiliza el propio plasma del cuerpo para conseguir un aspecto naturalmente bonito. Redensifica la dermis, engrosa la epidermis, mejora el déficit de volumen de la zona y mejora la coloración del área.
Además, el PRP favorece una mejor tonificación de la piel y una iluminación del área del contorno celular. Tal es su eficacia que durante muchos años se ha utilizado en dermatología, cirugía plástica y medicina estética, cuidado de las heridas, medicina deportiva, ortopedia y cirugía de traumatismos, así como cirugía oral y odontología.
Por tanto, se trata de una técnica indolora, rápida, con resultados inmediatos y posibilidad de combinar con otros tratamientos.
El PRP tiene la calidad de mejorar la mirada cansada con tan solo la extracción de 15 ml de sangre, que el médico obtiene del brazo del paciente para separar las plaquetas."El PRP es actualmente uno de los tratamientos más demandados en el mundo de la medicina estética, así como en otras especialidades. Es un tratamiento seguro y eficaz con amplios beneficios ya que estimula las células dérmicas y reorganiza las fibras de colágeno y elastina de la piel ralentizando así el proceso de envejecimiento”, asegura el Dr. Félix Montalvo.
Tiene la calidad de mejorar la mirada cansada con tan solo la extracción de 15 ml de sangre, que el médico obtiene del brazo del paciente para separar las plaquetas (trombocitos), utilizando un dispositivo médico y una centrifugadora.
Luego el médico inyecta trombocitos en la zona del tratamiento (por ejemplo, en el rostro) para estimular los procesos de regeneración propios del organismo. Las plaquetas contienen factores de crecimiento que estimulan la producción de sustancias que preservan las células, como el colágeno y el ácido hialurónico.
La forma en que las plaquetas cierran las heridas y favorecen la curación también estimula la regeneración y el metabolismo celular.
El tipo de ojera que tengamos también es importante para saber las posibilidades de tratamiento según predomine un problema u otro.
Están las ojeras pigmentadas, originadas por un acumulo de melanina, con coloración marrón grisácea. Las ojeras vasculares, donde predomina una red vascular muy marcada bajo una piel más fina de lo normal y coloración violácea. Las ojeras hinchadas, que aparecen debido al acúmulo excesivo de líquido.
Tras 30 minutos de tratamiento, tu mirada volverá a iluminarse, a recuperar la firmeza y a aumentar la elasticidad como antes gracias a la belleza que proviene de tu interior.Y, por último, las ojeras deprimidas, en las que prevalece la pérdida de volumen entre el párpado inferior y el pómulo.
Un estudio demuestra que una serie de inyecciones de PRP en la región del párpado inferior es una opción de tratamiento segura, eficaz, prácticamente indolora, sencilla y rápida para una zona que, de otro modo, tendría pocas alternativas de tratamiento.
Tras 30 minutos de tratamiento, tu mirada volverá a iluminarse, a recuperar la firmeza y a aumentar la elasticidad como antes gracias a la belleza que proviene de tu interior. “En 360Clinics realizamos un protocolo de cuatro sesiones al mes y una última sesión a los seis meses para potenciar sus efectos. Nuestros pacientes afirman que notan un cambio radical a partir de la segunda sesión: más firmeza, luminosidad, menos flacidez y arrugas difuminadas”, concluye el Dr. Félix Montalvo.