Lo suyo no es una clínica dental al uso, sino más bien un centro de belleza y salud, de diseño de la sonrisa, con todo lo que ello conlleva. No en vano, a la doctora Irene Esteve se la conoce como 'líder' en el diseño de las mismas, y a tales características atiende tanto ella como la propia decoración y espacios que conforman sus tres clínicas.
La doctora Irene Esteve (Elda, 1991) es una absoluta especialista en estética dentofacial. La cual practica ella pesonalmente en su flamante clínica de Madrid, Irene Esteve Dental Aestetics, ubicada en plena calle Serrano, que le da la vuelta, tal como anunciábamos, no solo a la clínica odontológica, sino también al habitual "concepto" de ir al dentista: ni parece una clínica, ni todo es blanco y minimalista; ni te espera una sesión de miedo en la camilla, ni te atiende un personal de trato distante...
De ahí su éxito, diferenciación y posicionamiento, colocando a la profesión y especialidad que practica en los puestos de cabeza para ofrecer a los pacientes no solo una sonrisa perfecta y una boca saludable, sino un aspecto mejorado con las últimas últimas y más avanzadas técnicas.
Los tratamientos de estética dental se llevan a cabo de una forma totalmente personalizada y con un análisis facial, adaptando el diseño de la sonrisa a la solución que mejor se amolde a las necesidades de los pacientes.
Beautymed: ¿Qué es la estética dentofacial?
Irene Esteve: Con el objetivo de mejorar el aspecto físico del paciente a través de la sonrisa surge, dentro de la Odontología, la especialidad de la estética dental. Los tratamientos de estética dental se llevan a cabo de una forma totalmente personalizada y con un análisis facial, adaptando el diseño de la sonrisa a la solución que mejor se amolde a las necesidades de los pacientes. Para realizar estos tratamientos, es importante que la boca del paciente esté en una condición de salud óptima. Por lo tanto, si hubiera algún problema de salud dental, sería más prioritario solucionarlo antes que realizar cualquier tratamiento estético.
B.M.: ¿Cómo fueron sus inicios y la elección de especialidad?
I.E.: Desde tercero a quinto de carrera colaboré como alumna interna en el departamento de patología dental de la universidad de Valencia, concretamente en la unidad de blanqueamiento dental, esto es básicamente, que cuando todos mis amigos se iban a casa yo me quedaba echando unas cuantas horas más en la facultad (ríe, simpática y divertida, la doctora Esteve), aprendiendo cosas que en clase no se aprenden. Aquí fue donde se despertó mi amor por la investigación en el ámbito de la estética dental. De hecho mi trabajo fin de máster fue una investigación sobre los cambios morfológicos y estructurales de los tejidos dentarios causados por el blanqueamiento.
B.M.: Con un aprendizaje y perfeccionamiento continuo.
I.E.: Sí. Una vez graduada, comencé el máster de endodoncia y odontología restauradora que se imparte en mi mismo departamento y continuó mi investigación en la línea del trabajo fin de grado. La endodoncia es una ciencia que entre otras cosas estudia la preservación del diente natural (intentar conservarlo y no tener que extraerlo, restaurarlo de manera que eliminemos la menor cantidad de tejido, etc., y de ahí que siempre me haya obsesionado la cuestión de la mínima invasión de los tejidos dentales.
B.M.: ¿Cuándo, cómo y por qué nace Irene Esteve Dental Aesthetics?
I.E.: Mientras cursaba dicho máster, comencé a trabajar como autónoma en varias clínicas dentales, y cada día me daba más cuenta de que necesitaba tener mi propio lugar, donde las cosas se hiciesen a mi manera, con el cuidado y el mimo que se merecían. Para postre, me enamoré del hermano de mi mejor amigo (ríe abiertamente cuando nos cuenta cómo conoció a su marido y socio en la empresa), que además era dentista y de Elda. Lo recalco y cuento ya que tenemos la mala costumbre de soñar alto y potenciarnos las fantasías el uno al otro (nos cuenta), con lo que lo imposible se hizo cada vez más fácil. En solo cuatro meses teníamos nuestra primera clínica dental, a la que llamamos ESTEBER (un juego de palabras con la unión de mi apellido Esteve y el de mi marido Bernabeu) y que inauguramos en 2016 en nuestra ciudad natal. Comenzamos a trabajar mucho y muy duro, y cada día más personas confiaban en nosotros. Al principio mi marido y yo nos repartimos las especialidades que más nos gustaban y nos pusimos a invertir todo lo que teníamos, tanto tiempo como dinero, en formarnos en dichas áreas.
[...] Casi la mitad de los pacientes que atendía cada día eran de fuera de la comunidad Valenciana. No nos costó mucho decidir que necesitábamos una sede en una ciudad más accesible... ¿Y qué mejor que Madrid?
B.M.: Inversión que no ha abandonado en ningún momento, centrándose en el I+D, con un objetivo claro, la diferenciación y la excelencia, desmarcándose del concepto de clínica dental tradicional.
I.E.: Sí, invirtiendo, perfeccionándonos, y a la vez, quemando etapas. Yo estaba enamorada de la endodoncia y la estética, con lo que al final comencé a estudiar Ortodoncia ya que era la parte que me faltaba para crear el cóctel perfecto. Los fines de semana eran para irnos a cursos y el dinero para comprar nuevas máquinas y tecnología y así poco a poco fuimos cumpliendo sueños. Pero pronto nos dimos cuenta de que teníamos un punto débil: el laboratorio de prótesis, el lugar donde protésicos dentales realizan las coronas, carillas y todos los artefactos que ponemos en la boca de los pacientes. ¿Y por qué era un punto débil? Porque no teníamos control sobre él, los trabajos tardaban mucho y la calidad de los mismos no estaba a la altura de nuestras expectativas, así que creamos un nuevo equipo, también familiar, que se dedicó a formarse en las técnicas que necesitábamos para obtener los resultados que esperábamos, de calidad y rapidez.
Fue entonces cuando comenzamos a probar nuevos materiales, a invertir en I+D, a buscar la clave para crear la “carilla perfecta”…Lo que nos llevó bastante tiempo, algún que otro disgusto y dinero.
B.M.: Y después de su primera clínica, vino la segunda.
I.E.: Sí, abrimos una segunda clínica dental en Petrer, nuestro pueblo vecino, ¡tan vecino que no existe una separación física entre los dos! A ésta la llamamos Esteve Bernabeu directamente, y cambiamos logos y colores por un tema práctico: diferenciar las dos clínicas y que ni los pacientes ni nosotros nos confundiésemos al tomar citas y demás, digamos que son dos clínicas diferentes que comparten un mismo equipo.
En total en Elda y Petrer disponemos de ocho boxes que funcionan en activo durante toda la semana, y donde damos servicio a nuestros pacientes de todas las especialidades odontológicas, para ello disponemos de un equipo de cinco odontólogos y nueve auxiliares e higienistas.
B.M.: E Irene Esteve, comienza a hacerse famosa...
I.E.: Cuando abrimos nuestra segunda clínica yo ya solo me dedicaba a la Ortodoncia y a la estética dental, sobre todo en relación con el tema de las carillas de porcelana. Por ese entonces comencé a tener notoriedad en redes sociales, tras empezar a compartir mi trabajo públicamente. De este modo, las nuevas visitas procedentes de todas partes de España y de fuera del país eran cada día mayores. Hasta el punto de que casi la mitad de los pacientes que atendía cada día eran de fuera de la comunidad Valenciana. No nos costó mucho decidir que necesitábamos una sede en una ciudad más accesible... ¿Y qué mejor que Madrid?
[...] Comenzamos a probar nuevos materiales, a invertir en I+D, a buscar la clave para crear la "carilla perfecta"…Lo que nos llevó bastante tiempo, algún que otro disgusto y dinero.
B.M.: Ratificando una vez más su espíritu emprendedor y reafirmando su éxito, acomete entonces la apertura de la tercera clínica, esta vez en Madrid.
I.E.: Así es. Esta tercera clínica lleva mi nombre precisamente, Irene Esteve Dental Aestetics porque la gente ya conoce mi trabajo y es más fácil relacionarnos de este modo, además en ella nos dedicamos sobre todo a lo que comprende la estética dental, incluido por supuesto los implantes y las rehabilitaciones orales, ¡no toda la estética se resume a ortodoncia y carillas! (hace un gesto divertido).
B.M.: Desde entonces hasta ahora, se la conoce y se le cita como diseñadora de sonrisas. ¿Cómo se hace y consigue la mejor boca, la mejor sonrisa?
I.E.: Bueno, el proceso de crear la mejor sonrisa para cada paciente es bastante complejo, en primer lugar es indispensable un correcto diagnóstico de los problemas del paciente, en segundo lugar es hay que tener muy en cuenta el aspecto psicológico, concretamente la personalidad y los deseos del paciente. En última instancia yo diseño las sonrisas pero el paciente es quien va a lucirla, por tanto es indispensable recorrer éste camino de la mano.
B.M.: ¿Cuáles son los procedimientos más comunes que realiza en sus clínicas?
I.E.: En mis clínica realizamos todos los tratamientos odontológicos, véase cirugía, implantes, periodoncia, endodoncia, restauradora (empastes y demás), odontopediatría... Tenemos especialistas para todo, pero yo concretamente me dedico a ortodoncia invisible o convencional y por supuesto a la parte estética, como son los tratamientos de carillas de porcelana, blanqueamientos y determinadas restauraciones de composite.
B.M.: ¿La odontología en nuestro país, por regla general, ofrece buenos tratamientos y servicios?
I.E.: En nuestro país hay muchísimos grandes profesionales, personas muy formadas y cualificadas que invierten todo su tiempo y esfuerzo por y para sus pacientes. Desgraciadamente, como en todos los sectores, pero en particular el nuestro, se ha capitalizado muchísimo la odontología, se ha convertido en un negocio rentable para muchos empresarios que 'mal pagan' a odontólogos para facturar a costa de lo que sea, es decir, a costa del sobre tratamiento, o lo que es lo mismo, realizar tratamientos que el paciente no necesita.
B.M.: ¿Qué es lo más nuevo que practica en esta ciencia y rama?
I.E.: Bueno, hay aparatología y técnicas nuevas cada día, y nosotros podemos decir que nos subimos siempre al carro. Si hay algo nuevo lo probamos, si nos gusta lo instauramos, no siempre lo nuevo es lo mejor, he de decir. Pero por ejemplo, en nuestras clínicas tenemos todo protocolizado con flujo digital, es decir, a día de hoy empleamos para casi todo tecnología 3D, diseños digitales y aparatología de última generación. No obstante, siempre se termina de dar el toque a mano, poniendo arte.
Hay aparatología y técnicas nuevas cada día, y nosotros podemos decir que nos subimos siempre al carro. Si hay algo nuevo lo probamos, si nos gusta lo instauramos, no siempre lo nuevo es lo mejor...
B.M.: ¿Y el paciente, qué es lo que más demanda?
I.E.: Pues tenemos de todo. Generalmente el paciente quiere tener una sonrisa perfecta, pero para conseguirla cada uno tiene unas necesidades. Hay quien solo necesitará un par de empastes y un blanqueamiento, otros ortodoncia, implantes, etc.
B.M.: ¿El paciente acude a mejorar su belleza también o solo a mejorar o arreglar sus dientes?
I.E.: Aunque parezca que esto no tiene que ver, sobre todo el paciente acude a mí para mejorar su autoestima, mucha gente tiene complejo al sonreír, incluso al comunicarse con otras personas. Al poner bellos sus dientes también lo hace con su belleza general, ya que la sonrisa interviene en el 70% de la estética facial, pero como ya os digo, esto va más allá, el componente psicológico es muy grande.
B.M.: ¿Qué opina del tallado? Imaginamos, por sus reflexiones y modo de trabajar, que es contraria.
I.E.: Lo detesto, el tejido dentario es único y no se recupera, y es una verdadera pena que se destruya parte de este para realizar un tratamiento estético. Es cierto que hace años, era indispensable realizarlo para poner carillas, pero hoy en día se han desarrollado nuevos procedimientos y materiales que permiten no realizarlo, también es cierto, que no todo el mundo tiene los conocimientos y el acceso para poner el tipo de microcarillas que nosotros empleamos.
B.M.: ¿En qué casos no serían recomendables las carillas?
I.E.: En aquellos casos en los cuales el paciente tiene problemas bucales sin tratar o malos hábitos, todo es algo muy personal, pero con trabajo por parte del interesado normalmente podemos realizarlas.
B.M.: ¿Y el blanqueamiento? ¿Tan bueno como dicen, o entraña algún peligro? ¿Para quién está recomendado?
I.E.: Hay gente que tiene mucha suerte y ya tiene una sonrisa bonita pero normalmente hay que pasar por varios procesos, que suelen comenzar por un tratamiento de ortodoncia, bien sean brackets o invisalign, yo siempre utilizo este último. Posteriormente, me gusta recomendar un blanqueamiento dental y lo que aporta ese 'top 10' a la sonrisa es la aplicación final de las microcarillas de porcelana.
Hay gente que tiene mucha suerte y ya tiene una sonrisa bonita pero normalmente hay que pasar por varios procesos, que suelen comenzar por un tratamiento de ortodoncia, bien sean 'brackets' o 'invisalign', yo siempre utilizo este último.
B.M.: ¿Cuál es el grado de salud dental de nuestro país en general?
I.E.: Se calcula que hasta un 85% de la población podría verse afectada al menos por un problema de salud bucodental como puede ser la caries, existencia de placa, sangrado de encías o sensibilidad. Todas estas patologías tienen tratamiento y pueden solucionarse, pero del mismo modo se estima que el 51% de los españoles no acudieron a su dentista el último año, con lo cual, nos queda mucho trabajo en cuestión de concienciación.
B.M.: ¿Por qué no se acude al odontólogo todo lo que se debería?
I.E.: Siempre tenemos excusas, falta de tiempo, falta de interés, ausencia de dolor... ¡No deberíamos!
B.M.: ¿Qué relación existe entre medicina estética y odontología?
I.E.: Toda la medicina estética que tiene relación con el tercio medio facial está directamente implicada con la odontología. De hecho yo suelo colaborar con la Dra. Gracia Bañón, experta en medicina estética, junto con la que tratamos problemas como el bruxismo o la sonrisa gingival.
B.M.. ¿Cómo cuida la doctora Irene Esteve sus propios dientes?
I.E.: Mi truco es una buena higiene diaria y una estupenda férula de descarga superior y retención inferior.
B.M.: ¿Cuál es la higiene bucal correcta?
I.E.: Lavarse los dientes después de cada comida, durante al menos dos minutos y con un cepillo medio, ni muy suave ni muy duro. Por otro lado, yo, una vez al día paso el hilo dental y el irrigador.