Diferentes estudios sobre la calvicie aseguran que España se sitúa, en la actualidad, como el segundo país del mundo con más índice de alopecia entre hombres y mujeres, con un 45% de personas que la sufren, superado únicamente por la República Checa.

Además, se estima que casi el 90% de las mismas padecen alopecia androgénica, el tipo de calvicie más común entre la población, provocada por factores genéticos y hormonales, que algunos pacientes comienzan a sufrir, incluso desde la adolescencia.

Datos todos ellos que, indudablemente, nos llevan a afirmar que este problema afecta de forma muy directa a los pacientes españoles.

En consecuencia, un porcentaje de mercado cada vez más alto se encuentra dispuesto a someterse a una cirugía de trasplante capilar.

Esta receptividad que, desde años, existe entre los pacientes, ha llevado a que la industria de los injertos capilares se alce hasta llegar a crecer un 500% durante los últimos años. Y que incluso "durante los meses más álgidos de pandemia, siguiera existiendo una demanda creciente en torno a esta operación, superando todos los pronósticos al llegar a incrementarse en un 300% durante el año 2020", asegura Óscar Mendoza, CEO de Hospital Capilar.

Según señala Mendoza, 'uno de los principales pilares en los que debemos focalizarnos los expertos del sector se fundamenta en acercar el trasplante capilar a nuestros pacientes a través de la apertura de centros más localizados a lo largo y ancho del país.

"La garantía que ofrece actualmente la sanidad española, la cualificación del sector, la aplicación de técnicas poco invasivas, entre las que impera el método FUE, o los precios asequibles y adaptados a las necesidades de cada paciente han logrado que España se posicione como uno de los referentes médicos del microinjerto capilar dentro de Europa", asegura el especialista. Sin embargo, continúa Mendoza, "cerca de 10.000 personas han continuado peregrinando a Turquía para someterse a esta cirugía, una cuestión que, probablemente, se deba a la escasez de clínicas que existían hasta hace poco en este país dedicadas íntegramente a la medicina capilar y, por ende, el desconocimiento que ello producía entre los pacientes, así como los costes poco accesibles del servicio, que hace unos años podía ascender a unos 9.000 euros".

No obstante, "a pesar de que la medicina capilar española ha logrado una reputación y una credibilidad que resultan innegables y que en este país se ha sociabilizado y popularizado este tratamiento a altos niveles entre la población, aún sigue siendo fundamental regionalizar y expandir este tipo de cirugía, debido a que los focos principales en lo que se refiere a estas intervenciones se encuentran establecidos en grandes ciudades como Madrid o Barcelona", opina el CEO de Hospital Capilar.

Esto provoca que, en muchos casos, los pacientes tengan que trasladarse hacia estos destinos para realizarse un injerto capilar, lo que supone a su vez un incremento en los gastos de desplazamiento "que se verían reducidos considerablemente si se llevase a cabo el injerto capilar dentro de su comunidad autónoma o en las regiones colindantes".

Objetivo, acerar el trasplante capilar a nuestros pacientes

De esta forma, y según señala Mendoza, "uno de los principales pilares en los que debemos focalizarnos los expertos del sector se fundamenta en acercar el trasplante capilar a nuestros pacientes a través de la apertura de centros más localizados a lo largo y ancho del país, con el fin de evitar grandes desplazamientos y mayores desembolsos". Una inversión de recursos que contribuirá a acercar este servicio a una mayor cantidad de personas, ofreciéndoles una comodidad y rigurosidad inmejorables en cuanto al seguimiento postoperatorio, así como en el estudio previo de su caso o a la hora de llevar a cabo los análisis médicos pertinentes previos. Una cercanía que, inequívocamente, contribuirá a fomentar la reputación con la que ya cuenta este procedimiento quirúrgico en España.

Asimismo, declara el CEO de Hospital Capilar, "contribuirá de forma positiva a generar puestos de trabajo en cada comunidad, fortaleciendo el tejido empresarial local, constituyendo nuevos modelos de negocio y diversificando, en algunas zonas, el empleo generado; lo que servirá para potenciar la economía regional e impulsar el desarrollo de cada territorio".

Diferentes estudios sobre la calvicie aseguran que España se sitúa, en la actualidad, como el segundo país del mundo con más índice de alopecia entre hombres y mujeres, con un 45% de personas que la sufren.

Por ello, "aunque aún no existen clínicas suficientes capaces de cubrir la demanda nacional que se ha producido tras este fenómeno de masas, sin duda éste será un horizonte que, en un futuro próximo, podamos abarcar promovidos por la especialización y la experiencia con la que cuenta actualmente este sector. Existen numerosos profesionales certificados en medicina capilar, de reconocido prestigio, que se encuentran distribuidos por todo el país preparados para solucionar problemas de calvicie y frenar la caída del cabello mediante diferentes tratamientos alternativos, sumado a los equipos de alta generación con los que contamos y las técnicas sofisticadas que utilizamos".

En opinión de Óscar Mendoza, "esta cualificación de médicos, enfermeros y auxiliares supone, sin duda, un factor idóneo para que España, y su marca de calidad sanitaria, continúe apostando a pasos agigantados por convertirse en el referente mundial del injerto capilar, desbancando del imaginario colectivo a Estambul como la meca de los implantes capilares para las personas que sufren algún tipo de alopecia. Algo que, además, permitirá seguir regionalizando este servicio por todo el país, contribuyendo, en consecuencia, a la activación de empleo dentro de cada región".









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