El acné es una enfermedad cutánea muy frecuente, que hasta en el 14% de las mujeres y el 11% de los hombres puede derivar en cicatrices. Como consecuencia, más allá de que la piel cuente con una textura irregular, puede generar un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes: ansiedad, disminución de la autoestima o una merma en la confianza personal que incide incluso en la interacción social.

IMR, centro de dermatología de referencia a nivel nacional, cuenta con la tecnología más avanzada para diagnosticar y tratar de forma eficaz todo tipo de lesiones y cicatrices relacionadas con el acné, y pese a que el tratamiento precoz y eficaz del acné es la mejor herramienta para minimizar y prevenir estas marcas, un correcto diagnóstico de la mano de un dermatólogo experto puede ayudar a eliminarlas cuando éstas ya están establecidas.

De hecho, desde IMR apuestan por un enfoque multimodal que combine tratamientos médicos orales y/o tópicos, además del protocolo con láser, una vez identificado el tipo de lesión residual y/o cicatriz, entre las que distinguimos:

1. Máculas eritematosas posinflamatorias: estas manchas rojas, planas y residuales, que aparecen tras una lesión inflamatoria, suelen ser más evidentes en pacientes de piel clara. Además, pueden derivar en cicatrices.

2. Máculas hiperpigmentadas posinflamatorias: caracterizadas por su tono marrón, estas manchas residuales son más frecuentes en pacientes de piel más oscura, y también pueden derivar en cicatrices.

3. Cicatrices atróficas o deprimidas: son sin duda las más frecuentes y en ellas se da una “pérdida de tejido” que afecta especialmente a la zona del rostro. Dentro de este grupo podemos distinguir tres tipos:

  • Ice-pick: estrechas y puntiformes, alcanzan las capas más profundas de la piel, por lo que suelen ser las más difíciles de tratar.
  • Rolling: más anchas y superficiales que las ice-pick, aportan una textura ondulada a la piel.
  • Boxcar: caracterizadas por su forma redondeada u ovalada con bordes definidos, pueden ser tanto superficiales como profundas.

4. Cicatrices hipertróficas y queloides: situadas habitualmente en hombros, espalda y tórax, se caracterizan por un aumento de colágeno tras la resolución de una lesión de acné, lo que da lugar a lesiones firmes y elevadas.

Tratamientos para eliminar las marcas y cicatrices de acné

A la hora de abordar las lesiones provocadas por el acné, el tratamiento se personaliza en función de las características y preferencias del paciente, así como en función del tipo y la gravedad de estas. Aunque su eliminación puede ser un proceso complejo, existen técnicas efectivas para mejorarlas hasta en un 70% (en función del paciente), siempre y cuando sean realizadas por un dermatólogo especializado en el cuidado de la piel. De hecho, los mejores resultados se observarán combinando diferentes técnicas, bien en la misma sesión o en distintas. Desde IMR recomiendan estas ocho por sus excepcionales resultados:

Terapia biofotónica:
» Kleresca: mediante la aplicación de un gel y la exposición a una luz multiLED, se consigue prevenir la formación de cicatrices con lesiones inflamatorias. Además, elimina las bacterias responsables del acné, repara los tejidos y estimula la producción de colágeno.

Láser para cicatrices:
» IPL: la luz pulsada intensa mejora la inflamación y el tono rojo tan característico de las cicatrices.

» Láser Fraxel: este tipo de láser fraccionado no ablativo activa la formación de nuevo colágeno sin destruir la capa más superficial de la piel, siendo muy beneficioso para mejorar las lesiones provocadas por el acné.

» Láser de CO2: este tipo de láser ablativo cuenta con una potentísima capacidad para inducir colágeno, lo que permite conseguir el máximo efecto terapéutico de una manera más precisa. Por eso, se requerirán menos sesiones, pero un mayor tiempo de recuperación, ya que se produce una destrucción de la capa más superficial de la piel.

» Láser de picosegundos: este exclusivo láser, difícil de encontrar en la mayoría de los centros dermatológicos, permite tratar de manera simultánea la hiperpigmentación (manchas marrones) y la textura de las cicatrices, siendo una opción especialmente interesante en pacientes de piel oscura.

Inyectables:
» Relleno con ácido hialurónico: dependiendo el tipo de acné, utilizar ácido hialurónico puede ayudar a prevenir el hundimiento de la piel en caso de que el paciente desee una mejoría inmediata.

Otras opciones de tratamiento:
» Potenza: este tipo de radiofrecuencia con micro agujas suele pautarse en pacientes que no pueden permitirse un amplio tiempo de recuperación. Seguro en pacientes de piel oscura, se puede realizar también en verano..

» Extirpación quirúrgica: en casos de cicatrices de acné resistentes.









Recomendamos