Estas novedosas prótesis garantizan una mayor seguridad tanto en el momento de realizar la cirugía como en los controles posteriores, gracias a su sistema de trazabilidad y ergonomía, que permite realizar incisiones mucho más pequeñas de las que se hacían normalmente.

El microchip de identificación que incorporan, permite a fabricantes, médicos y pacientes, conocer los datos específicos del producto a través de una escáner externo. Datos como el número de serie, el nombre del fabricante o la fecha de fabricación y lote, son muy útiles para evitar perder una información crucial por si surgiesen problemas.

Pero la tecnología de este revolucionario avance no termina aquí. Ya se está trabajando para que en el futuro se puedan incorporar mejoras, que estas prótesis detecten fallos y, de esta forma, poder corregirlos de inmediato y proteger la salud de la mujer portadora del implante. Probablemente en poco tiempo, podrán añadirse datos como la temperatura o la presión, lo que permitirá a los médicos saber si hay algún tipo de infección, inflamación o rotura.

El microchip de identificación permite a fabricantes, médicos y pacientes, conocer datos como el número de serie, el nombre del fabricante o la fecha de fabricación y lote, a través de una escáner externo.

Y es que cada vez son más las mujeres que se someten a cirugías de aumento de pecho. Los implantes, afortunadamente, han aumentado progresivamente su calidad, tienen un aspecto más natural y están fabricados con materiales de mayor durabilidad. Si no se presentan dificultades, como el encapsulamiento o la rotura, son para toda la vida. Sin embargo, siempre son necesarios controles rutinarios de mama e implante. Esta tecnología permitirá avanzarse a los problemas y mejorar así la calidad de vida de las pacientes.









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