Benito Vilar-Sancho siguió los pasos de su padre y pronto se decantó por la medicina. Excelente alumno, se licenció con una nota de sobresaliente por la universidad de Valencia. Posteriormente, logró el doctorado en Madrid con matrícula de honor en Hidrología. Tras conocer a sir Archibal McIndoe, cirujano plástico inglés, decidió comenzar su camino en esta rama de la medicina. Así pues, se trasladó al Queen Victoria Hospital gracias a la recomendación del citado doctor bajo la tutela de Percy Jayes.

Vilar-Sancho regresó a España en el año 1952, donde comenzó a trabajar en el Hospital San Juan de Dios y en el Hospital San Carlos junto a Luis Álvarez Lowell y Alfonso de la Fuente, respectivamente. Ese mismo año se inauguró el Instituto Nacional de Medicina y Seguridad del Trabajo, en el que se le designó jefe del área de Cirugía Plástica.

Dos años después, y tras una reunión entre Vilar-Sancho y los doctores Álvarez Lowell, José Sánchez Galindo y José Antonio Soraluce surgió el germen de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, constituida oficialmente en el año 1956. Vilar-Sancho fue su primer tesorero y posteriormente presidente. De reconocido prestigio internacional, el doctor Vilar-Sancho difundió por medio mundo sus conocimientos a través de charlas, convenciones y congresos en las que destacó como especialista en rinoplastias. Asimismo, difundió la cirugía plástica no solo a profesionales, sino también a todos los españoles a través del programa de TVE Aula TV.

En el año 1980 se celebró en Madrid el Congreso Mundial de la ISAPS (Sociedad Internacional de Cirugía Plástica Estética), que el doctor Vilar-Sancho presidía. "Con el dinero que sobró", el doctor quería hacer la ISAPS España y reunió en el año 1991 a todos los cirujanos plásticos miembros de la ISAPS en un restaurante de la calle Santa Engracia esquina con la plaza de Chamberí, tal y como recuerda el doctor Ezequiel Rodríguez. También realizó múltiples reuniones y comidas para estudiar y aprobar los estatutos de la ISAPS España, pero descubrió que el doctor Vila Rovira ya tenía registrada la Asociación Española de Cirugía Estética con estatutos y todo. Así pues, se reunió con el doctor Vila y le pidió que cediera el registro de los estatutos y así nació la AECE, que después pasaría a convertirse en la AECEP.

De forma habitual, Vilar-Sancho organizaba reuniones científicas muy fructíferas en el Hotel Meliá de Capitán Haya. El 13 de junio algunos de ellos se reúnen en Madrid, en torno a una paella como no podía ser de otra manera, para recordar al precursor de la cirugía Estética en España. Los cargos, premios y menciones de Benito Vilar-Sancho no caben en este texto, al igual que las enseñanzas, discípulos y amigos que dejó en todo el mundo.









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