Aliados del deporte, la estética y la salud, los hipopresivos entran con fuerza en el ámbito de la medicina estética como complemento ideal a los tratamientos de aparatología mínimamente invasiva destinada al rejuvenecimiento vaginal. Sus beneficios en lo referido al reforzamiento del suelo pélvico son alabados por especialistas y profesionales. Los hipopresivos, en una definición rápida, abdominales con apnea, están recomendados a la hora de potenciar los resultados de dichas intervenciones. De hecho, los hipopresivos, de los que muy pocos sabían algo hace unos años, ahora son conocidos por la mayoría, aunque sólo sea por su nombre y quizá sólo por encima. Por eso, qué mejor que tomarnos un respiro y profundizar en esta técnica abdominal que refuerza tanto la citada zona pélvica como zonas adyacentes, mejorando problemas tales como la incontinencia urinaria o el prolapso, caída o descolgamiento del útero, por ejemplo y que cuenta con sus propios entendidos y gurús, habiéndose convertido ya casi en ciencia.

Definición

Los hipopresivos se conocen también como gimnasia abdominal hipopresiva o Low Pressure Fitness.

Se aplica el término hipopresivos a estos ejercicios en contraposición a los abdominales clásicos, que son hiperpresivos. Los abdominales de siempre y que todos conocemos son los que se hacen elevando el tronco del suelo aproximándolo a las piernas, o a la inversa, flexionando las caderas hacia el tronco.
Al realizar cualquier ejercicio que implique estos gestos, se produce un aumento de presión en la cavidad abdómino-pélvica. Éste es el motivo por el que se consideran ejercicios hiperpresivos, al contrario que ocurre con la gimnasia abdominal hipopresiva.

A pesar de haber sido hechos por la mayoría, los abdominales clásicos, tan habituales en cualquier entrenamiento, pueden provocar problemas de columna (dolores cervicales o lumbares), lesiones en el suelo pélvico (con riesgo de incontinencia o prolapso) así como deterioro de la cincha abdominal (diástasis de rectos).

Lo que caracteriza a un hipopresivo es la inspiración en apnea (o coger aire con la glotis cerrada) que se hace tras una espiración prolongada.

Sin embargo, y en contraposición, los hipopresivos permiten fortalecer la pared abdominal sin provocar aumento de presión sobre las zonas y órganos que se ven implicados en su realización, lo que no siempre es bueno.

Un reciente estudio ha valorado que con tan sólo 20 minutos de práctica de hipopresivos, ya se notan sus efectos. Es más, con tan sólo una sesión se reduce el perímetro de cintura y se aumenta la flexibilidad en columna lumbar e isquiosurales de forma instantánea.
En otros estudios similares se valoró la capacidad espiratoria máxima tras una sesión también sólo de 20 minutos y además de aumentar la amplitud torácica (alrededor de dos centímetros) se comprobó cómo hubomejoras en el flujo espiratorio máximo valorado con espirometría.
En definitiva, los primeros efectos de los hipopresivos es que quienes los realizan van a sentir y comprobar la reducción de cintura, la mayor movilidad torácica, la mejora en la flexibilidad así como una excelente sensación de confort postural.

Hipopresivos, core y suelo pélvico

Pero, qué es lo que caracteriza, define y diferencia a un hipopresivo de un abdominal tal y como todos lo concebimos. Lo que caracteriza a un hipopresivo es la inspiración en apnea (o coger aire con la glotis cerrada) que se hace tras una espiración prolongada. Cuando se realiza de forma correcta, este gesto activa de forma voluntaria o refleja, toda la musculatura del core (los músculos profundos abdominales y lumbares, y del suelo pélvico).
Un core correctamente tonificado ayuda a que se resuelvan o mejoren un elevado porcentaje de los problemas de suelo pélvico. Como la incontinencia urinaria, la incontinencia fecal o los prolapsos. La gimnasia abdominal hipopresiva contribuye además a mejorar la estática pélvica y el control postural. Por estos motivos, salvo contraindicación, en la mayoría de los programas de rehabilitación de suelo pélvico se incluye el aprendizaje y práctica de la gimnasia abdominal hipopresiva.

Científicamente demostrado

Un estudio de Latorre et al. (2011) mostró con resonancia magnética dinámica, el comportamiento de las vísceras de la pelvis durante la maniobra de aspiración diafragmática del hipopresivo y cómo son succionadas dichas vísceras. Este estudio indica que los hipopresivos pueden ser utilizados como una herramienta de propiocepción para el suelo pélvico.
Al respecto debemos destacar que una gran cantidad de mujeres son incapaces de contraer el suelo pélvico e incluso de identificar correctamente sus genitales.
La literatura científica ha informado que más de un 30% de las mujeres con disfunción de suelo pélvico, son incapaces de contraer su musculatura pélvica. Es decir, les falta propiocepción. Sin propiocepción del suelo pélvico, la calidad sexual y de los orgasmos será mucho menor.
La vascularización y adecuada irrigación pélvica es igual de importante para mantener una óptima calidad de vida sexual.

Los primeros efectos de los hipopresivos es que quienes los realizan van a sentir y comprobar la reducción de cintura, la mayor movilidad torácica, la mejora en la flexibilidad, así como una excelente sensación de confort postural.

Los hipopresivos, por otro lado, son totalmente válidos para hombres y mujeres. Ambos sexos se pueden beneficiar por igual de la práctica de hipopresivos en la búsqueda de mayor rendimiento sexual. Cuando se realiza ejercicio físico, se producen ciertas endorfinas relacionadas con las sensaciones de bienestar y placer, como la dopamina y la serotonina.
Practicar una actividad regular de ejercicio físico como son los hipopresivos y que además tienen un efecto descongestionante sobre el suelo pélvico, ayudará a prevenir posibles disfunciones sexuales y a incrementar las sensaciones a nivel pélvico y por lo tanto sexual.

Pero además, los hipopresivos parecen ser una forma adecuada para aumentar la vascularización, tal y como indica el estudio llevado a cabo por Thyl y colaboradores (2009). En él se valora la mejora que produce la técnica hipopresiva sobre la circulación de retorno femoral medido a través de eco-doppler.

En definitiva, el hipopresivo es hoy día un ejercicio habitual de refuerzo del suelo pélvico. Entrenadores y fisioterapeutas los practican, mientras la medicina estética incorpora el hipopresivo como ejercicio recomendado y refuerzo a sus tratamientos mínimamente invasivos de las zonas íntimas en el caso de mujeres, las cuales sufren modificaciones severas del suelo pélvico a raíz de embarazos, sobre todo y el paso del tiempo, menopausia. La ginecoestética sigue al hipopresivo muy de cerca e incluye como práctica recomendada.









Recomendamos