Si antes era el bótox lo más demandado en el campo de la estética, ahora son las inyecciones de ácido hialurónico, una molécula que está presente de forma natural en nuestro cuerpo deforma natural. Sin embargo, este tratamiento estético, cada vez más demandado por chicas jóvenes por la influencia de las redes sociales, no está exento de riesgos, sobre todo si no lo aplica personal sanitario. Entre los efectos adversos se encuentran necrosis, pérdida de la vista, arterias afectadas por la inyección y otros problemas cardiovasculares.
En ese contexto, el Gobierno francés ha anunciado este viernes un endurecimiento de las reglas para las inyecciones de ácido hialurónico, que solo podrán ser aplicadas por profesionales de salud y bajo prescripción médica, dada la proliferación de opciones ilegales para acceder a este popular tratamiento estético. "En virtud del nuevo decreto, los dispositivos inyectables a base de ácido hialurónico sólo estarán disponibles para pacientes o clientes con receta médica, y para médicos y cirujanos dentales para uso profesional", indicó en un comunicado el Ministerio de Trabajo, Sanidad y Solidaridad francés.
Las inyecciones seguirán siendo accesibles tanto con fines médicos como estéticos, pero para poder obtenerlas se precisará de la receta emitida por un profesional de la salud acreditado.Las inyecciones seguirán siendo accesibles tanto con fines médicos como estéticos, pero para poder obtenerlas se precisará de la receta emitida por un profesional de la salud acreditado. Se mantendrá la posibilidad de entrega en las farmacias, pero de la aplicación solo se podrá encargar un médico y no una tercera persona sin licencia. En el caso de los dentistas, el decreto restringe el uso de estos productos a motivos estrictamente sanitarios, no estéticos.
La medida se toma para "proteger mejor a la población de las inyecciones ilegales de ácido hialurónico", un procedimiento que ha vivido una auténtica explosión de popularidad en los últimos años, alimentado en gran medida por las redes sociales. "Desde hace varios años se está desarrollando un mercado informal y lucrativo en el que particulares y profesionales no sanitarios obtienen y realizan inyecciones estéticas de ácido hialurónico en sí mismos o en otros", detalla el comunicado del Ministerio francés.