El Ministerio de Sanidad ha publicado una nueva normativa que establece que solo los médicos con la especialidad en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora podrán realizar operaciones de cirugía estética en España. Esta regulación surge para garantizar que estos procedimientos se lleven a cabo de forma segura y eficaz, reduciendo los riesgos para los pacientes.

Además, aquellos médicos con otras especialidades quirúrgicas o médico-quirúrgicas que incluyan competencias en cirugía estética dentro de sus programas formativos también podrán realizar este tipo de operaciones, siempre y cuando cumplan con los requisitos establecidos por la normativa.

Formación como base de seguridad

El principal objetivo de esta normativa es proteger la seguridad de los pacientes y asegurar que las intervenciones estéticas sean realizadas por profesionales altamente capacitados. El campo de la cirugía estética exige no solo una comprensión profunda de las técnicas quirúrgicas, sino también el conocimiento sobre la anatomía y los riesgos asociados. Por esta razón, solo los médicos con una formación adecuada estarán autorizados para ejercer en este ámbito.

Asimismo, esta normativa pretende poner fin a la realización de cirugías estéticas por parte de médicos sin especialización. Al establecer claramente los requisitos, se asegura que los pacientes reciban un servicio médico de calidad, brindando confianza y tranquilidad en cada intervención.

Control y regulación del intrusismo profesional

El crecimiento del sector de la cirugía estética en España ha revelado la necesidad de normativas más estrictas para frenar el intrusismo profesional. Durante los últimos años, se han dado casos de complicaciones en pacientes que se sometieron a operaciones realizadas por personal no especializado, lo que ha alertado a las autoridades sanitarias.

Con esta nueva medida, el Ministerio de Sanidad refuerza su compromiso con la calidad asistencial, asegurando que las intervenciones de cirugía estética solo puedan ser realizadas por aquellos médicos que cuenten con la especialización o formación necesaria. Este control no solo mejora la seguridad de los pacientes, sino que también eleva los estándares de la práctica médica en el país.









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