En 2017, un total de 5.259 personas recibieron un trasplante en España, con una media de 14 trasplantes diarios. Implantar un órgano ajeno en el cuerpo de un paciente conlleva unos riesgos que la bioingeniería está dispuesta a solucionar.
Según Román Pérez, responsable científico del único grado en Bioingeniería que se imparte en España, "cada vez estamos más cerca de poder implantar en pacientes órganos funcionales creados gracias a la impresión 3D".
Hablamos de una tecnología cada vez más destacada y de futuro. La UIC Barcelona cuenta con un campus en el que los alumnos disponen de todas las herramientas necesarias para la investigación y para conseguir aumentar la calidad de vida de las personas.
Y en esto tienen mucho que ver los avances en la impresión 3D que replican física y biológicamente tejidos, llegando a mimetizar órganos con funcionalidad propia, aunque todavía no pueden aplicarse a la práctica clínica.
Además de este gran objetivo, consistente en crear órganos y hacerlos compatibles con el cuerpo del paciente, los alumnos de UIC Barcelona se preparan para diferentes y novedosos retos.Román Pérez explica que en este centro forman a los estudiantes para que el día de mañana sean capaces de imprimir tejidos y órganos con materiales biocompatibles y con células del propio paciente para que éste funcione como el órgano original. "En la próxima década se espera que la bioingeniería permita conseguir que un material impreso en 3D se comporte como un tejido real y se incorpore al cuerpo del paciente sin rechazos", explica.
En este sentido, "estudiar los mecanismos existentes en los tiburones puede ayudarnos a buscar estrategias para mimetizarlo en los humanos de tal manera que no perdamos nunca nuestra dentadura”. Explica que entendiendo las células presentes y los mecanismos por los cuales se forman los dientes, se puede conseguir en un futuro que los humanos tengamos la misma capacidad de regeneración dental que los tiburones. De esta manera los dientes vuelven a crecer de forma individual de la misma forma que nos crecen tras perder los de leche.