La Dra. Mª Ángeles Raya León, directora médica de la clínica Dra. Raya León, en Cádiz, y Expert de IBSA Derma Iberia, es una profesional de reconocido prestigio que ejerce dicha especialidad con acierto y de forma destacada. De ahí sus numerosas colaboraciones y requerimientos, no solo para aplicar sus tratamientos pioneros, sino en distintos foros y formaciones, por su sabiduría y entrega a esta rama de la medicina que no es otra que la medicina estética.
La doctora Raya León despunta igualmente por las especialidades que ofrece y domina. Es sin ir más lejos, especialista en Medicina Regenerativa, Tratamientos Faciales. Tratamientos Corporales, Cirugía Capilar y Estética Vascular.
Máster en Medicina Estética, Universidad de Córdoba, 2013, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, UCA, 2005, Licenciado en Medicina, Universidad de Cádiz, 2000 y Máster en implante capilar y tricología., Universidad Alcalá. UAH., 2016, hoy la doctora Raya nos acompaña y explica todo acerca del uso del ácido hialurónico en la clínica de medicina estética, además de realizar un concreto repaso a los distintos tratamientos que triunfan en la clínica entre doctores y pacientes.
Sin olvidar e incidiendo siempre en que la medicina estética es una especialidad de la Medicina, Raya León, responde a nuestras preguntas.
Cada vez la oferta de tratamientos y productos es mayor, hay más investigación y publicaciones científicas y más formación al respecto. Todo esto contribuye a una medicina estética de calidad, con resultados naturales y bien aceptada.
BEAUTYMED: ¿En qué momento y bajo su punto de vista se encuentra la Medicina Estética en nuestro país?
ÁNGELES RAYA LEÓN: Estamos en un momento en el que la medicina estética está alcanzando un auge como no se había visto hasta ahora. La gente quiere cuidarse, quiere verse bien. A través de las redes sociales se ha hecho más visible, más conocida y se está incorporando a los cuidados habituales de la población en general. Cada vez la oferta de tratamientos y productos es mayor, hay más investigación y publicaciones científicas y más formación al respecto. Todo esto contribuye a una medicina estética de calidad, con resultados naturales y bien aceptada (alejada de los excesos y de materiales de relleno permanentes).
B.M.: ¿Cómo ha sido la evolución del paciente en cuanto a edad, nivel social y demandas de un tiempo a esta parte?
A.R.: La edad media de los pacientes de medicina estética ha descendido de los 35 años a una media de los 20 años. Hemos entrado en una era en la que la medicina estética juega un papel preventivo importante de forma que podamos mantener una piel bonita, cuidada y con menos arrugas e imperfecciones si empezamos a cuidarla antes de que aparezcan los signos de envejecimiento. A esto se suma la visibilidad en las redes de ciertos tratamientos, los filtros que se utilizan… todo suma. Esto no quiere decir que haya que tratar a todos los pacientes de 20 años que vengan a la consulta, hay que valorar cada caso de forma individual para ver las necesidades y problemas de cada piel. En cuanto a sexo, los hombres cada vez se cuidan más y es más frecuente verlos en nuestras consultas, en torno al 28% de nuestros pacientes son hombres. Antes la medicina estética estaba destinada sólo a minorías de alto nivel adquisitivo, en la actualidad está mucho más al alcance de todos.
B.M.: ¿En el tratamiento facial, qué lugar ocupa el bótox, frente a los rellenos y los hilos tensores?
A.R.: Es uno de los tratamientos más demandados y efectivos. Ejerce un papel preventivo fundamental ya que su mecanismo de acción es la relajación de los músculos responsables de las arrugas de expresión, con lo cual, mientras estén relajados bajo el efecto de la toxina no están marcando la arruga de forma repetida. Además, nos va a enseñar a modular la expresión de forma que nos acostumbremos a no gesticular en exceso previniendo y mejorando el aspecto de nuestro tercio superior facial. La toxina botulínica junto con el ácido hialurónico son tratamientos imprescindibles, he de decir, en mi práctica clínica diaria.
El bótox ejerce un papel preventivo fundamental ya que su mecanismo de acción es la relajación de los músculos responsables de las arrugas de expresión, con lo cual, mientras estén relajados bajo el efecto de la toxina no están marcando la arruga de forma repetida.
B.M.: ¿Por qué el consumidor en general sigue confundiendo bótox con relleno y viceversa?
A.R.: Es curioso que a pesar de la cantidad de información que circula en internet, en las redes sociales y en los medios de comunicación el paciente siga pensando que el bótox se pone en los labios y rellena, confundiéndolo con el ácido hialurónico, cuando ambos y respectivamente, tienen mecanismos de acción e indicaciones muy diferentes. Quizá esta confusión pueda deberse a que hace años, al tratarse de procedimientos menos disponibles y ser más difícil el acceso a la información se generara este error conceptual que se ha ido transmitiendo de unos a otros calando como una creencia popular, aunque es una realidad, que cada vez nuestros pacientes acuden a consulta más informados y con las ideas más claras sobre lo que les gustaría conseguir.
B.M.: ¿Qué es entonces y en concreto el ácido hialurónico y para qué se utiliza en la consulta de medicina estética?
A.R.: El ácido hialurónico es una molécula que se encuentra en nuestro organismo de forma natural en distintos tejidos y órganos con funciones diversas como hidratación, amortiguación, lubricación, etc. A medida que envejecemos, éste va disminuyendo y eso se refleja también en nuestra piel. Debido a sus efectos beneficiosos y la variedad de tratamientos que podemos realizar con él, se ha convertido en uno de los tratamientos estrella en la consulta de medicina estética.
B.M.: ¿Qué consigue el ácido hialurónico?
A.R.: El ácido hialurónico es un producto muy versátil. Con él podemos realizar desde tratamientos para hidratar la piel y aportarle nutrientes, rellenar depresiones y arrugas, hasta recuperar volúmenes perdidos, emplearlo para dar estructura, voluminizar, dar proyección, definir, remodelar y tratar la laxitud de los tejidos; bioestimular…, es una larga lista, pero en definitiva buscamos embellecer la piel y los rasgos de nuestros pacientes con un producto de lo más natural y que cuenta con un aval científico de años.
La tendencia en la actualidad es conseguir resultados naturales, se huye de los aspectos 'overfilled' tan antiestéticos, además, las nuevas técnicas en las que se utilizan distintos planos de inyección ayudan a evitarlo.
B.M.: ¿Cuánto duran sus efectos?
A.R.: La molécula de ácido hialurónico puede reticularse mediante otra molécula que le confiere una disposición de malla que lo va a hacer más resistente a la degradación en el organismo, por lo que es uno de los factores determinantes en su duración. La longitud de las cadenas del ácido hialurónico define su peso molecular y eso también influye en su permanencia en nuestro organismo. De este modo, un ácido hialurónico sin reticular o libre durará unos 2 meses aproximadamente en la piel y un ácido hialurónico reticulado puede durar entre 6 meses y un año. Entran en juego también, para que la duración sea óptima las características individuales de cada paciente, las áreas anatómicas en las que se aplique y los cuidados postratamiento encaminados a mantener los resultados.
B.M.: ¿De qué depende un resultado natural que huya de los viejos estereotipos de rostros y labios de grosor exagerado?
A.R.: La tendencia en la actualidad es conseguir resultados naturales, se huye de los aspectos overfilled tan antiestéticos, además, las nuevas técnicas en las que se utilizan distintos planos de inyección ayudan a evitarlo. Por supuesto, el concepto de estética tanto del médico como del paciente entran en juego y aquí es donde debemos aconsejar al paciente y saber decir “no” en ciertas ocasiones y pactar con el paciente su tratamiento. Por otro lado, no todos los hialurónicos sirven para todo, cada uno en función de las propiedades reológicas que presente tiene una indicación u otra, un plano de aplicación distinto y un área anatómica adecuada. Por ejemplo, si colocamos un ácido hialurónico indicado para proyección de pómulos en un labio, el resultado va a ser nefasto y excesivo.
B.M.: ¿A qué efectos secundarios podemos enfrentarnos y por qué?
A.R.: Los tratamientos con ácido hialurónico, aunque son muy seguros y existen numerosos estudios al respecto, no están exentos de complicaciones o efectos adversos y por ello, se debe acudir a un profesional médico acreditado y cualificado, un buen material en manos inexpertas para determinados tratamientos tiene más posibilidades de complicarse. No hay que perder de vista que se trata de medicina y la seguridad es primordial. Por lo general, los efectos adversos suelen ser leves y transitorios como es la molestia a la hora de la infiltración (que podemos minimizar mediante la aplicación de algún tipo de anestésico y frío local) y la aparición de eritema, hinchazón o algún pequeño hematoma que se resolverán en los días siguientes. También podemos encontrarnos con ácido hialurónico visible prolongado en el tiempo normalmente por mala técnica y mal plano de inyección o mala elección del producto, infecciones en el área tratada que se solucionarán con la prescripción de antibiótico, o la aparición de granulomas o nódulos. Menos frecuentes afortunadamente y más serias son la necrosis cutánea o la pérdida de visión por la infiltración accidental de ácido hialurónico en el interior de un vaso sanguíneo. Es por ello por lo que siempre hay que acudir a un profesional médico que posee los conocimientos necesarios para minimizar la probabilidad de estas complicaciones y en el caso de que aparezcan, tratarlas de la forma más eficaz posible.
La aplicación de hialurónico en corporal tiene también numerosas aplicaciones. Podemos infiltrarlo en cuello, escote, manos, brazos, abdomen y rodillas a modo de bioestimulación y remodelación del tejido.
B.M.: ¿A qué debe atender un médico estético a la hora de elegir el mejor ácido hialurónico para sus tratamientos?
A.R.: Es muy importante saber qué tipo de ácido hialurónico tenemos entre manos. Hay muchas marcas en el mercado, incluso falsificaciones, productos de dudosa procedencia y cuya trazabilidad no se puede garantizar. Por supuesto, el material que utilicemos debe ser de primera calidad, con marcaje CE, procedencia clara, máxima pureza y debe tener una gama amplia para las distintas indicaciones, ya que como he comentado anteriormente, no todos los ácidos hialurónicos sirven para todo. Personalmente, mi elección son los ácidos hialurónicos de IBSA Derma, tanto la gama Aliaxin como Profhilo y Viscoderm. Esto nos permite combinar productos compatibles entre sí y trabajar las distintas capas de la piel aportando lo que cada una necesita, y donde cada uno va a ejercer su máxima acción. IBSA es fabricante de ácido hialurónico por lo que su producción se controla desde el origen, es un ácido hialurónico ultrapuro, con una amplia gama que permite abarcar prácticamente todos los tratamientos que se realizan en la práctica clínica. Distintas propiedades reológicas, distintos pesos moleculares, reticulados, sin reticular, con mínima reticulación… Se trata de una gama muy versátil y con unos protocolos muy claros de utilización de cada uno de ellos, con lo que conseguimos muy buenos resultados, naturales, minimizando riesgos y con la seguridad que nos brindan desde su marca. No podemos perder de vista que estamos hablando de medicina y no hay que poner en juego la salud utilizando cualquier producto.
B.M.: ¿Hasta dónde no llega el ácido hialurónico? ¿En corporal cuándo, cómo y dónde se utiliza?
A.R.: La aplicación de hialurónico en corporal tiene también numerosas aplicaciones. Podemos infiltrarlo en cuello, escote, manos, brazos, abdomen y rodillas a modo de bioestimulación y remodelación del tejido. Por ejemplo, con Profhilo, que es un ácido hialurónico compuesto por complejos híbridos cooperativos estabilizados, o lo que llamamos el “ácido hialurónico inteligente” que nos va a mejorar la laxitud del tejido activando la piel en todas sus capas, podemos utilizar hialurónico para voluminizar ciertas zonas como glúteos o gemelos, también en zona íntima para realizar aumento de labios mayores para reestablecer su función protectora, o hidratación vaginal en el síndrome urogenital; para tratar cicatrices, etc. Como puede verse su uso está muy extendido. Si hay que buscar un pero al ácido hialurónico es que, aunque se ha visto que estimula colágeno, lo hace de modo más discreto que otros tratamientos llamados inductores de colágeno y tampoco va a conseguir una tracción mecánica como unos hilos tensores.
Diez años después de comenzar mi andadura por la Medicina Estética sigo aprendiendo, ahora también enseñando, pero la única forma de ofrecer lo mejor a nuestros pacientes es seguir formándonos, estamos en continuo aprendizaje ya que es una disciplina en continua evolución.
B.M.: ¿Cómo se forma y recicla la propia doctora en el tratamiento con ácido hialurónico?
A.R.: Mi experiencia comenzó como debe ser la norma, con una formación reglada, realizando un Máster en Medicina Estética con título otorgado por una universidad y prácticas, una vez finalizado hay que seguir formándose, muchos cursos, talleres, congresos, aprendizajes de nuevas técnicas, primero básicas, luego avanzadas, todo de forma progresiva, conociendo muy bien los materiales que vamos a emplear y siempre con prudencia y pensando en el bien del paciente que tienes frente a ti. Diez años después de comenzar mi andadura por la Medicina Estética sigo aprendiendo, ahora también enseñando (que es algo que me apasiona) pero la única forma de ofrecer lo mejor a nuestros pacientes es seguir formándonos, estamos en continuo aprendizaje ya que es una disciplina en continua evolución.
B.M.: ¿Cuáles son entonces en resumen y a su parecer los tratamientos estrella en la clínica con ácido hialurónico?
A.R.: Los más demandados en nuestro centro son remodelado de labios, reposición de estructura y volumen del tercio medio, ojeras, tratamiento de las arrugas peribucales o vulgarmente llamado “código de barras” mediante la técnica de hydro stretching con Viscoderm Hydrobooster, cuello y escote, manos e hidratación vaginal, podría decirse que estos conforman el grueso de los tratamientos con ácido hialurónico en mi práctica clínica diaria.