El láser, a estas alturas no es ningún secreto, ha revolucionado los fundamentos de la medicina. Sin parar de evolucionar, ahora, el láser, entra de lleno en el tratamiento íntimo de la mujer y sus patologías con la aparición en el mercado del láser vaginal. Aparatología que demuestra no sólo en medicina estética, sino, y esto es fundamental, también en ginecología, su eficacia en casos de laxitud, incontinencia o atrofia vulvovaginal, utilizándose como respuesta y alternativa en muchos casos a procesos que de otro modo solo tendrían solución en un quirófano.
Pero hay más, de hecho, esta especialidad, la ginecología, utiliza este láser no sólo y efectivamente a modo de prescripción o tratamiento médico y por tanto se convierte en una solución curativa. El láser vaginal es una herramienta también y fundamental de la medicina preventiva en ginecologia, evitando patologías futuras.
Para saber más acerca del uso del láser vaginal en la consulta del especialista, hablamos con Santiago Palacios, eminente ginecólogo, una de las más importantes autoridades internacionales en dicha especialidad, quien desde hace unos años confía, investiga y utiliza el láser vaginal para múltiples tratamientos.
Estoy convencido que este siglo, el XXI es el siglo de los avances físicos, el siglo pasado fue el de los químicos, productos nuevos, para la tensión, el colesterol, etc. Y éste va a ser el de los físicos.
Al frente del Centro Médico Instituto Palacios, Salud de la Mujer, el doctor Palacios lidera desde hace años un equipo multidisciplinar que abarca ésta, la salud femenina, desde todos los campos posibles. Así lo demuestra, por ejemplo, la participación de dos miembros de su cuadro clínico, la doctora Marieta Ramírez, directora del Departamento de Investigación Clínica y Rosario Castaño, responsable de la Unidad de Psicología Clínica, Sexología y Psicoterapia, en el próximo Congreso de Salud, Bienestar Emocional y Liderazgo, Women Evolution, que tendrá lugar el día 4 de abril en Centro de Convenciones Norte de Ifema, integrado por un amplio programa de actividades y conferencias y por supuesto, un destacado e influyente plantel de expertas invitadas, entre las que se incluyen ambas.
Concretamente, Rosario Castaño y Marieta Ramírez participarán en la mesa sobre "Femineidad, sexualidad afectiva y salud íntima" en Women Evolution. Una colaboración especial del Instituto Palacios y su equipo con dicha cita en la que la salud y el bienestar de la mujer ocupan un lugar fundamental desde todos y los más importantes puntos de vista y que por supuesto no nos vamos a perder.
El láser vaginal, que en medicina estética es conocido como láser de rejuvenecimiento vaginal o de rejuvenecimiento íntimo, pasa a formar parte activa y cada vez más presente de la ginecología.
"Hace justamente ahora cuatro años que tras un congreso en Venencia y un intercambio de impresiones entre colegas, comencé a investigar el uso del láser en ginecología", explica el doctor Santiago Palacios, de hecho, un reconocido estudioso y científico en su campo, considerado un erudito en la materia.
"Necesitaba entender más sobre su mecanismo de acción. Me puse a trabajar. Ahora, y cada vez más, existen numerosos estudios escritos y muchos médicos en el mundo que trabajan con el láser vaginal", dice Palacios. Y desde este punto de vista, un abordaje científico, enfocamos esta entrevista.
Hay que pensar que el concepto del láser vaginal no es diferente al concepto del láser que hemos utilizado en medicina en las distintas especialidades y desde todas las patologías.
Beautymed: Hablamos de una realidad cada vez más fehaciente. El láser vaginal ha dado el salto de la consulta de medicina estética a la del ginecólogo.
Dr. Santiago Palacios: Efectivamente. Lo primero en que me fijé es que estábamos hablando de algo que hasta ahora había estado en el mundo de la medicina estética, manejando conceptos como el de rejuvenecimiento vaginal. Y nosotros, los especialistas en ginecología, somos otro mundo. Nosotros no entendemos o manejamos el concepto de rejuvenecimiento vaginal, sino que utilizamos el láser porque entendemos que hay, existe y se da, y se sufre una atrofia vulvovaginal, o porque hay una incontinencia urinaria o una hiperlaxitud de la vagina debida a un parto. Y por lo tanto, se producen una serie de síntomas que hemos de tratar. En ginecología no hablamos de rejuvenecimiento vaginal, preferimos hablar de patología.
BM.: En lo referido a su base científica y mecanismo de acción, ¿cómo podemos explicar el proceso de funcionamiento y la respuesta fisiológica del láser vaginal?
S.P.: Primero, decir y destacar que se trata de un mecanismo que trabaja con el calor. El láser es un mecanismo muy conocido desde hace muchos años en todo el mundo y especialidades. Es calor. ¿Qué es lo que le ha hecho avanzar para que lo utilicemos nosotros los ginecólogos dentro de la vagina y fuera en la vulva? Pues quizá, lo más interesante del láser en ginecología, que es que se trata de calor, calor absorbido por el agua. Y la vagina, en un 90% es agua. Igual que hay otros láseres que sólo son absorbidos por la hemoglobina y por tanto trabajan en la coagulación de los vasos sanguíneos, siendo utilizados para las varices y otros que trabajan en los melanocitos, para las manchas, en el caso del láser en ginecología, el calor le llega al agua. Ese agua se caliente y dentro de ese agua se encuentran unas células, llamadas fibroplastos que son las que producen el colágeno. Estos, los fibroplastos, se estimulan al aumentar la temperatura del agua de alrededor y empiezan a producir mucho más colágeno, tipo I y II. Un efecto que lleva también a la construcción de nuevos vasos vasculares. Con lo cual, lo que conseguimos con el láser vaginal, reitero, es que aumente el colágeno y por tanto potenciamos la elasticidad, el tamaño, el espesor y la vascularización de la zona, con mayor irrigación. El láser por tanto y en lo referido al concepto o máxima de que evita la atrofia vaginal, es muy claro. Si yo aumento el colágeno, y por lo tanto el espesor de la mucosa vaginal y de la lámina propia y la zona se ha vascularizado, he conseguido mi objetivo. El láser vaginal ha actuado como tratamiento de la ginecología.
Queremos tener como siempre muchos más resultados, pero a destacar siempre que se trata de una técnica rápida, 20 minutos; sencilla y no dolorosa.
B.M.: Existe otro beneficio, avance o característica del láser vaginal y es que es fraccionado.
S.P.: Efectivamente, al ser fraccionado, cuando sale el haz de luz láser lo hace como a través de un colador, en puntitos y dejando sanos los otros puntitos de alrededor. Y eso significa que el punto sobre el que tú has incidido, sin hacerlo en el resto, se va a recuperar muy rápido. De tal manera que el resultado del tratamiento y la acción es rapidísima y segura.
B.M.: Destacando, como usted mismo ha citado, la seguridad, además de la rapidez, pero también que se trata de un tratamiento indoloro.
S.P.: Todo esto nos dio la razón y nos puso en el camino para hacer del láser vaginal una de nuestras principales herramientas en ginecología y ofrecer a nuestras pacientes, así es, un tratamiento no doloroso, rápido, con una recuperación estupenda y que produce colágeno y vascularización. El concepto así, con el láser, estaba absolutamente conseguido desde un punto de vista físico. El avance físico que es lo que nos permite el óptimo y mejor tratamiento y resultados.
B.M.: Hablamos entonces de un avance físico.
S.P.: Sí. De hecho, estoy convencido que este siglo, el XXI es el siglo de los avances físicos, el siglo pasado fue el de los químicos, productos nuevos, para la tensión, el colesterol, etc. Y éste va a ser el de los físicos.
El láser es un mecanismo muy conocido desde hace muchos años en todo el mundo y especialidades.
B.M.: ¿Para qué tratamientos o acciones físicas concretas?
S.P.: Tras todo esto quedaba demostrar su eficacia en las diferentes patologías. Y no cabe la menor duda de que el láser vaginal es tremendamente eficaz en la atrofia vulvovaginal. Esa mujer que después de la menopausia fundamentalmente, empieza a sufrir sequedad tanto externa como interna que genera grandes molestias en el introito (entre la vulva y la vagina, la entrada), donde hacemos también láser. O sea, hacemos láser vaginal por dentro y vulvar por fuera. Y reforzamos todo lo que es el introito. Y eso tiene un éxito del 100% prácticamente. No hay duda de que el láser, en este tratamiento es eficaz.
B.M.: Pero hay más.
S.P.: Sí, en segundo lugar lo empezamos a utilizar en el síndrome de hiperlaxitud que además está definido en la literatura. De hecho el único que lo ha definido en la literatura inglesa he sido yo. Y que se da cuando la mujer ha parido por vía vaginal, tras esperar 6 meses, porque después de esos 6 meses en muchas ocasiones, la vagina se recupera. Sin embargo, en otras, la hiperlaxitud continúa, quedando la vagina muy amplia y eso afecta a varias cosas. Pérdidas urinarias, algo que la mujer deportista por ejemplo tolera muy mal, cuando después de un parto vuelve a correr y se le escapa el pis con cada zancada. También afecta a las relaciones sexuales con una disminución de la sensación, notando menos el roce y la fricción, precisamente por este motivo, porque la vagina se ha ampliado. Y también se pueden producir síntomas y sensaciones de caída de la propia vagina o de pérdida, porque se ha dado de sí. Y aquí también funciona excepcionalmente el láser. Hasta ahora solo teníamos la cirugía para poder reparar dichas patologías. El láser ha significado en dichas situaciones, una solución y un destacado avance.
B.M.: Y finalmente nos encontramos también con la incontinencia urinaria.
S.P.: Existen tres clases de incontinencia urinaria. En el tratamiento vaginal con láser nos vamos a referir a la denominada incontinencia de estrés o esfuerzo, la cual mejora, y mucho, con el uso del láser. Luego está la incontinencia de urgencia, cuando no retenemos el tiempo suficiente y la mixta, combinación de ambas. Tanto en la primera como en la última, la incontinencia de estrés o esfuerzo y la mixta, el láser aporta soluciones y éxito que yo situaría alrededor de un 70%.
Existen tres clases de incontinencia urinaria. En el tratamiento vaginal con láser nos vamos a referir a la denominada incontinencia de estrés o esfuerzo, la cual mejora, y mucho, con el uso del láser.
B.M.: En este tipo de incontinencia, ¿el láser es la única solución o existen otros tratamientos o acciones complementarias caso de los famosos ejercicios para el suelo pélvico?
S.P.: Para mí hay tres pasos a indicar a la mujer que sufre incontinencia de estrés y mixta. Primero que haga los famosos ejercicios de Kegel, de suelo pélvico, efectivamente. Si se cansa o ya no es suficiente, sí le prescribiría el láser, porque no hay nada más, el siguiente paso sería la cirugía. No existe más tratamiento médico llegados hasta aquí. A todas mis pacientes en estos casos les digo: "Ahora, te tendría que operar, pero si te hago el láser tienes un 70% de posibilidades de mejorar". No le prometo el 100% porque hay determinados tipos de incontinencia urinaria que no sabemos por qué son no respondedoras. Lo dejo bien claro, porque creo que si desde el primer momento las cosas quedan claras, después se evitan problemas. Entonces, un 70% mejora y se relega la cirugía que será el siguiente paso en el 30% de casos que no experimentan dicha mejoría. Una cirugía no obstante que conocemos bien y que acaba con este problema, la incontinencia no respondedora al láser.
B.M.: El láser, en ginecología, parece estar abordando también otro tipo de patologías y tratamiento con éxito, ¿no es así?
S.P.: Ahora estamos conociendo también otras muchas investigaciones en experimentación para muchos tipos de vulvitis, que se pueden beneficiar del tratamiento con láser vaginal. Todas aquellas cicatrices en la vulva y en la vagina debido a una episiotomía en un parto o debido a una cirugía, pueden beneficiarse, sobre todo si produce dolor en la relación sexual, es otro avance conseguido. Incluso se está estudiando el tratamiento del liquen escleroso que es una enfermedad inmunológica de la vulva importante.
B.M.: Resumiendo, el láser ha sido a la consulta del ginecólogo...
S.P.: Un avance espectacular. Es la física, repito, el calor al servicio de ciertas patologías en ginecología y que disfruta de unos resultados estupendos. Queremos tener como siempre muchos más resultados, pero a destacar siempre que se trata de una técnica rápida, 20 minutos, sencilla y no dolorosa. Se suele hacer tan solo en tres sesiones, en principio, una primera; al cabo de 4 a 6 semanas, una segunda y tras otras 4 o 6 semanas, una tercera. Y después una de repetición cada año. ¿Por qué? Porque nosotros sí somos capaces de aumentar el colágeno, colagenósis, pero no somos capaces de evitar que vaya disminuyendo con el tiempo, como pasa con la piel y como pasa en todo. Por eso recomendamos una sesión recordatorio cada año.
Lo que conseguimos con el láser vaginal es que aumente el colágeno y por tanto potenciamos la elasticidad, el espesor y la vascularización de la zona, con mayor irrigación.
B.M.: ¿Y algún inconveniente?
S.P.: Si tuviera que indicar si existen inconvenientes, siempre hay alguno, el primero, y no me voy a referir a algo físico precisamente, es el precio. Porque no lo cubren todavía las aseguradoras ni lo cubre la Seguridad Social, pero lo harán en el futuro. Ahora, los aparatos son caros y por lo tanto el precio también. Puede oscilar entre 400 a 500 euros por sesión. Mas que eso, el futuro del láser lo veo de dos maneras, lo veo también como prevención. Veo que una mujer después de un parto vaginal se someterá a un tratamiento de láser vaginal transcurridos seis meses para que la vagina vuelva a estar como antes. Y también contemplo que en el futuro, toda mujer menopáusica no haya de esperar a padecer atrofia, prolapsos o incontinencia, sino que solo tenga que hacerse una sesión anual de láser vaginal, tal como se le hacen otras pruebas en ginecología para evitar, es decir, prevenir el que aparezcan estas alteraciones y patologías. Quizá esté hablando de un mundo ideal, pero sí lo contemplo para que de una forma interesante, sin dolor y no agresiva, efectiva, se puedan conseguir grandes éxitos.
B.M.: ¿Con la entrada del láser vaginal en la consulta del ginecólogo, éste quizá esté dejando de ser un tema tabú?
S.P.: Claro, porque ya es una prescripción y tratamiento de la ginecología, y cada vez irá a más. Por ejemplo, hay un grupo de mujeres que para mí son fundamentales que son las mujeres con cáncer de mama, que están sufriendo a su vez atrofia vulvo vaginal. Aquí no podemos poner estrógenos locales ni tratamientos estrogénicos que les mejorarían mucho porque están contraindicados. Así que por ejemplo aquí la utilización del láser sería muy interesante. De hecho, en una pequeña región de Italia la Seguridad Social cubre este tratamiento en mujeres con cáncer de mama y atrofia vulvovaginal. Algo que me parece vital porque para mí sería, el láser, el tratamiento de primera elección en estas mujeres.
B.M.: Alternativa también a geles y cremas.
S.P: Así es. Ahora, los ginecólogos estamos siendo proactivos, prescribiendo el láser, dándolo a conocer; explicándolo. Sí que es cierto que sigue existiendo el estigma de que no está incluido en la Sanidad pública y que por lo tanto hay que pagarlo, pero sí que es cierto también que en 20 minutos consigues lo que la hidratación local, el tratamiento local con hidratantes o con estrógenos solo logra en mucho tiempo y con un bajo rendimiento si no eres constante por ejemplo.
El láser vaginal ya ha pasado a manos médicas y con indicación. Hago el láser por un motivo médico, no porque sí. No por rejuvenecimiento vaginal, que efectivamente lo hay, claro, pero yo prescribo láser como indicación médica para evitar patologías como el dolor y la baja calidad de vida en las relaciones sexuales o porque existe incontinencia.
Hago el láser por un motivo médico, no porque sí. No por rejuvenecimiento vaginal, que efectivamente lo hay, claro, pero yo prescribo láser como indicación médica para evitar patologías como el dolor y la baja calidad de vida en las relaciones sexuales o porque existe incontinencia.
B.M.: ¿Existen diferencias entre la aparatología en el tratamiento vaginal para medicina estética y ginecología?
S.P.: No, no existen diferencias. Las máquinas son las mismas. Uno añade el software para la piel si lo tiene o no lo tiene, es decir, uno puede jugar con los diferentes softwares según cómo y para qué se quiera utilizar el equipo. Lo que sí que cambia son las piezas de mano, según zonas. Para la vagina, necesitamos una, para la vulva otra. Un aparato sirve para múltiples tratamientos, lo cual a su vez genera la rentabilidad del propio aparato.
B.M.: No obstante, usted posee varias máquinas en su consulta.
S.P.: Sí, tengo cuatro equipos, dos de Erbio y dos de CO2, porque me dedico mucho a la investigación. Con ellos depuro cuáles son los protocolos mejores para la solución de las distintas patologías. Y como en todo, unos son mejores para unas cosas y otros para otras y así puedo especificar un poquito más. Pero realmente, el disponer de cuatro aparatos atiende exclusivamente a nuestra propia investigación.
B.M.: ¿Para mujeres de cualquier edad?
S.P.: Para todas. Esto no tiene edad. Por supuesto, teniendo en cuenta que cuanto más mayor eres menos capacidad tienes de producir colágeno Y que si yo puedo hacer un láser a una mujer de 50, será mejor que a una de 60, o de 60 mejor que a otra de 70. Porque la capacidad de producir los nuevos vasos, tanto la neovascularización como el colágeno, va a ser mucho mejor cuantos menos años se tengan. Por eso sí creo en la prevención en este concepto. Hay que pensar que el concepto del láser vaginal no es diferente al concepto del láser que hemos utilizado en medicina en las distintas especialidades y desde todas las patologías.