Existen infecciones dentales como, por ejemplo, las caries, herpes o enfermedades periodontales que impactan en la salud de todo nuestro organismo, llegando a afectar incluso a la caída del cabello al provocar un mayor riesgo a desarrollar alopecia areata, un tipo de calvicie que afecta al 2% de la población mundial. Esto ocurre porque, cuando se infecta una pieza dental, el sistema inmune genera más glóbulos blancos como mecanismo de defensa del cuerpo para combatir el proceso infeccioso y sanear el diente; de forma que algunos de estos glóbulos blancos, que se encuentran en la sangre, se transportan a otros tejidos del cuerpo, pudiendo atacar por error a los folículos pilosos, debilitando el pelo y deteniendo, por ende, su crecimiento en la zona afectada, según explican desde Hospital Capilar, corporación del sector capilar.
“La etiología de la alopecia areata es desconocida a día de hoy, no obstante, estudios recientes afirman que hay una relación causal entre las infecciones bucodentales y esta pérdida de pelo, debido a la naturaleza autoinmune de este trastorno. Existen tres teorías al respecto: la degenerativa, donde debido a la elevada inervación que posee el aparato estomatognático, cualquier foco inflamatorio puede irritar las terminaciones neurovegetativas del nervio trigémino y producir manifestaciones metafocales; la infeccioso alérgica, donde una infección odontogénica puede propagarse a distancia; y por último, la teoría inmunopatológica, donde se considera que los gérmenes y toxinas que parten del foco llegan a un órgano o tejido determinado, desencadenando una reacción antígeno- anticuerpo”, explica el doctor Alberto Sánchez, de la clínica Hospital Capilar.
Alopecia areata, qué es
La alopecia areata, por su parte, es un tipo de alopecia de origen inmunológico que afecta por igual a hombres y a mujeres, en la que influyen numerosos elementos desencadenantes como la genética, ya que aproximadamente un 20% de los casos presentan una incidencia familiar, así como factores como el estrés, trastornos psicológicos, infecciones virales, una alimentación deficiente o determinados cambios hormonales. Aunque esta patología puede darse a cualquier edad, tiene una mayor incidencia en los jóvenes, con un 60% de los casos que se presentan antes de los 20 años, siendo la forma más común de pérdida de cabello en los niños.
Esta pérdida de pelo, además, aparece de forma repentina en forma de parches redondeados u ovalados en el cuero cabelludo, aunque pueden verse afectadas otras zonas como la barba, el pecho, las cejas o las pestañas. En el caso de los pacientes con infecciones dentales, estudios recientes han comprobado que muchas de las zonas en las que éstos comenzaban a perder el cabello se encontraban en el mismo lado que la caries, presentándose particularmente en los dientes maxilares, justo por encima de la comisura de los labios, trazando una línea a lo largo del cuero cabelludo, la barba o las cejas.
En el caso de los pacientes con infecciones dentales, estudios recientes han comprobado que muchas de las zonas en las que éstos comenzaban a perder el cabello se encontraban en el mismo lado que la caries.Así, este tipo de caída localizada consiste en una respuesta autoinmune contra el folículo del pelo que provoca la caída del cabello, aunque no produce la destrucción definitiva de dichos folículos y, por ello, en la mayoría de los pacientes la alopecia es reversible y el pelo vuelve a crecer, en el transcurso de unos seis meses, en todos aquellos casos en los que la infección dental se ha detectado a tiempo. Sin embargo, un diagnóstico tardío puede llegar a provocar que los glóbulos blancos provoquen un daño irreversible en los folículos pilosos, haciendo que la pérdida de pelo se vuelva permanente cuando no es tratada a tiempo; por lo que es de vital importancia un tratamiento odontológico preventivo que actúe en los estados iniciales de dicha infección.
“La alopecia areata incide en la pérdida de privilegio folicular, donde el folículo anágeno, que se encuentra en fase de crecimiento, es atacado por antígenos, deteniéndose, por tanto, la fase de crecimiento y dando lugar a una muerte celular que respetará las células madre de los bulbos capilares; por ello, no se considera una alopecia cicatricial. No obstante, si el tratamiento llega tarde y el daño sobre el cuero cabelludo es más grave, podría dar lugar a una alopecia total o universal, una pérdida irreversible que afecta hasta al 5% de los casos de alopecia areata”, detalla el doctor Sánchez.
Fundamental, el diagnóstico
Es fundamental que, ante los primeros signos de alerta, se acuda a un médico experto que, para diagnosticar esta enfermedad autoinmune, realice una correcta y exhaustiva historia clínica del paciente, sumado a determinadas pruebas complementarias como analíticas sanguíneas, radiografías bucodentales y una tricoscopia. “Es importante visitar al dentista regularmente, pero cuando exista una clínica que curse con picor, dolor o inflamación o una enfermedad como las caries, alopecia o un flemón dentario, será esencial acudir a diferentes especialistas para solucionar, cuanto antes, el problema y reducir el riesgo de desarrollar enfermedades de las encías que puedan repercutir en nuestra salud capilar”, puntualiza el especialista de Hospital Capilar.
Con el fin de frenar la aparición de las caries y prevenir, por tanto, enfermedades crónicas relacionadas, los expertos recomiendan mantener una buena higiene oral, cepillándose los dientes, al menos, dos veces al día, así como utilizar regularmente hilo dental, evitar el consumo de bebidas y alimentos azucarados y apostar por una dieta variada y equilibrada a través de la ingesta de verduras, legumbres, carne y pescado, sin olvidar alimentos ricos en vitamina C como la naranja, el kiwi o las fresas.