La nueva actualidad está impulsando la demanda de os tratamientos estéticos destinados a rejuvenecer y embellecer el tercio superior del rostro.
Es lógico, pero hay una zona la cual se tiende a descuidar, en concreto nos referimos a una zona 'tapada', por efecto del uso de las masxarillas. A pesar de no verse, el código de barras comienza a resentirse dado el uso de la mascarilla. Descubrimos por qué.

El código de barras se refiere a esas arrugas verticales que atraviesan la zona del labio superior. Como nos recuerda la doctora Paula Rosso, del Centro Médico Estético Lajo Plaza, "se produce por la contracción muscular repetida que acaba quebrando la piel. Hay que tener en cuenta que en esta zona están el músculo orbicular de la boca a nivel profundo y rodeando todo el labio, a continuación hay una capa de 'grasita' y después de piel. Con el paso del tiempo, se pierde esa capa de grasa y la piel se afina, con lo que las contracciones repetidas hacen que las arrugas se marquen. Las fumadoras lo tienen peor, pero hay otros factores que están empeorando la situación".

Hay quién duda del efecto del uso de mascarillas a la hora de empeorar las arrugas, pero la doctora Rosso lo tiene muy claro y nos cuenta por qué sucede: "Por un lado, por la sequedad y la falta de oxigenación que provocan, no hay duda de que una piel seca y mal oxigenada es más propensa a 'romperse', y por otro, se da el hecho de que al llevar la boca tapada gesticulamos más para hacernos entender y que nos escuchen bien".

Tratamientos que borran el código de barras

¿Cuáles son los últimos tratamientos en medicina estética que atacan el código de barras?

Blanching Combinado.
Se trata de una doble técnica que consta de dos fases: En la primera se infiltra una pequeña cantidad de ácido hialurónico muy elástico, y en abanico, entre la piel y el músculo para volver a recuperar la capa de grasa que se ha perdido haciendo una especie de soporte. A continuación, se haría la técnica del blanching, inyectando un ácido hialurónico más ligero a nivel superficial en cada arruguita.

Estas técnicas pueden realizarse por separado y los resultados se mantienen durante 9 meses.
Recomienda Centro Médico Lajo Plaza.

'No hay duda de que una piel seca y mal oxigenada es más propensa a 'romperse'. Por otro lado, al llevar la boca tapada gesticulamos más, con lo que las contracciones repetidas hacen que las arrugas se marquen.', explica la doctora Rosso.

Minihilos PDO.
Cuando las arrugas verticales están muy marcadas, éste es uno de los tratamientos más efectivos. Además de generar tensión y difuminar los surcos, los hilos de Polidioxanona generan nuevo colágeno, lo que trata el código de barras y mejora la densidad y calidad de la piel. El resultado tensor es instantáneo y las arruguitas se reducen, pero es a partir de las tres semanas cuando se empieza a producir colágeno.
El tratamiento consiste en la infiltración de unos pequeños hilos muy finos sobre los tejidos superficiales de la dermis mediante unas agujas pequeñas. Sería suficiente con infiltrar cinco hilos en cada lado del labio y los resultados pueden mantenerse hasta año y medio.
Recomienda Slow Life House.

Láser + Blanching .
La combinación de estas dos técnicas ataja el problema de raíz.
El Láser Génesis es fundamental para estimular la formación de colágeno y elastina y para mejorar la apariencia de las pieles más envejecidas reduciendo la profundidad de las arrugas. Se trata de un láser no invasivo que resulta ideal para las líneas finas y funciona a través de unos pulsos muy suaves calentando la dermis para crear nuevo colágeno. Se aconseja realizar entre 1 y 3 sesiones dependiendo de cada caso y espaciarlas 4 semanas.
El Blanching está dirigido a tratar las arrugas más superficiales y consiste en la infiltración de ácido hialurónico de manera muy superficial para rellenar cada surco con la mínima cantidad de producto para que el resultado sea totalmente natural y la zona no se hinche. Basta una sesión y los resultados se prolongan alrededor de un año.
Recomienda Clinique La Prairie Madrid.









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