Clínica Baviera ha publicado los resultados correspondientes a 2020. Durante este periodo, la empresa ha facturado 122,6 millones de euros. A pesar de las circunstancias, la compañía ha logrado cerrar el ejercicio con una disminución de los ingresos del 1,4% respecto al año anterior, gracias a la aplicación de medidas especiales para mitigar los efectos de la crisis sanitaria.
De esta forma, el beneficio neto ha alcanzado los 14,1 millones de euros, registrando un incremento del 9,5% con respecto a 2019. Por su parte, el EBITDA ha logrado los 34,1 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 8% en relación al ejercicio anterior, que se situó en 31,5 millones de euros. Además, Clínica Baviera ha invertido 7,8 millones de euros destinados al mantenimiento de los centros y a la apertura de dos nuevas clínicas, una en España (Fuengirola) y otra en Alemania (Erlangen).
Durante el ejercicio, la compañía ha realizado más de 90.000 tratamientos quirúrgicos y ha conseguido que más de 40.000 personas hayan eliminado su dependencia del uso de gafas o lentillas.
Clínica Baviera arrancaba 2020 con unos objetivos predefinidos que tuvieron que adaptarse a la nueva realidad que marcaba la crisis generada por el coronavirus.En la actualidad, la compañía cuenta con una red de 88 clínicas, de las cuales 59 se encuentran en España, 23 en Alemania (incluyendo la clínica de Viena -Austria-) y 6 en Italia. Su equipo humano está formado por más de 1.200 profesionales entre los que se encuentran más de 200 cirujanos oftalmólogos.
Evolución del negocio y planes de futuro
Para hacer frente a la crisis sanitaria, Clínica Baviera mantuvo sus centros cerrados durante varias semanas entre mediados de marzo y principios de mayo de 2020. Un hecho que supuso un impacto relevante en los resultados del Grupo, principalmente en el primer semestre.
Por ello, la compañía tomó varias decisiones enfocadas a aminorar el efecto negativo en su situación económico-financiera que, unidas a una recuperación de la actividad durante el segundo semestre del ejercicio, han logrado suavizar el impacto de los casi dos meses de inactividad.
En cuanto al futuro, Eduardo Baviera, CEO de Clínica Baviera, ha señalado que "2021 lo abordamos con ilusión por lo conseguido, pero con gran cautela por la dificultad del momento actual. Hasta que no se controle la pandemia y los sectores más afectados vuelvan a la normalidad, la adversidad no habrá sido superada y la incertidumbre seguirá siendo muy alta".
El EBITDA ha alcanzado los 34,1 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 8% en relación al año anterior, que se situó en 31,5 millones de euros.Mercado local: España
En 2020, Clínica Baviera ha facturado 80,4 millones de euros y ha alcanzado un EBITDA de 21,3 millones de euros, lo que supone un 10,7% más que en 2019 donde la cifra se situó en 19,3 millones de euros. Durante este ejercicio, la compañía ha incorporado una nueva clínica a su portfolio y ha aumentado su plantilla hasta alcanzar los 830 profesionales.
Mercado internacional: Alemania e Italia
Fuera de España, la red de clínicas ha logrado una facturación de 42,2 millones de euros. En Alemania, la compañía ha alcanzado unos ingresos de 32,4 millones de euros y ha aumentado el EBITDA un 14,2% más con respecto al año anterior, ya que ha registrado 11,5 millones de euros frente a los 10,1 de 2019. Por su parte, Italia ha obtenido unos ingresos de 9,8 millones de euros.
Además, la compañía ha realizado una ampliación de la plantilla en más de 20 trabajadores por lo que, a cierre de 2020, su personal fuera de España superaba los 380 profesionales.
Los resultados de la compañía incluyen el efecto de la aplicación de la NIIF16, obligatoria desde el 1 de enero de 2019, que ha tenido un importante impacto en el EBITDA, entre otras partidas.
Medidas responsables de la empresa
Clínica Baviera arrancaba 2020 con unos objetivos predefinidos que tuvieron que adaptarse a la nueva realidad que marcaba la crisis generada por el coronavirus. Ante esta situación, la compañía tuvo que establecer nuevas medidas y replantear su estrategia para adaptarse a un nuevo escenario empresarial marcado por los factores sanitarios.
Su filosofía y su proyecto Baviera Responsable sirvieron de base para asentar la estrategia con la que hacer frente a las consecuencias económicas y sociales derivadas de la pandemia, donde el bienestar de los empleados y los pacientes se situó en el centro de su actuación. Como principales ejemplos se encuentra el cierre preventivo de las clínicas antes de que se declarara el estado de alarma, la realización de pruebas serológicas voluntarias para el total de la plantilla o la puesta en marcha de una campaña de vacunación contra la gripe para todos los empleados.
La compañía ha seguido impulsando su plan de digitalización IRIS para conseguir la mayor satisfacción de los pacientes y facilitar el trabajo de los empleados.Asimismo, también apostó por medidas económicas que ayudaran a proteger la estabilidad empresarial y por iniciativas que generaran un impacto positivo sobre la sociedad en la que actúa, como la donación de material sanitario de protección a las autoridades sanitarias españolas, la realización de operaciones gratuitas de cirugía refractiva a sanitarios que han trabajado durante la pandemia o la activación de un consultorio online durante el confinamiento.
Paralelamente, la compañía ha seguido impulsando su plan de digitalización IRIS para conseguir la mayor satisfacción de los pacientes y facilitar el trabajo de los empleados. Tal y como ha explicado Eduardo Baviera: "Este programa digital nos ha permitido ampliar los canales de comunicación con los pacientes, automatizar procesos para mejorar aún más la calidad del servicio, flexibilizar la capacidad de las clínicas y apostar por el potencial de la Inteligencia Artificial para establecer un diagnóstico de forma más rápida y precisa".