Un máster en Medicina Estética, el cual despertó su atención y curiosidad, le decide finalmente a dedicarse a ella. Carmen Álvarez, al frente de su propia clínica, disfruta hoy de uno de los centros de mayor prestigio en nuestro país, Clínica Álvarez, sita en Madrid.
Dedicada en cuerpo y alma a la profesión, la clínica de la doctora Álvarez, inaugurada en el año 2003, se ha convertido en un referente de la medicina estética, donde los pacientes acuden y del que regresan con sus expectativas más que satisfechas.
Licenciada en Medicina y Cirugía en 1992 por la Universidad de Zaragoza, determina ser empresaria, dueña de su propio establecimiento, guiada por un deseo. "Manejar y entrar de lleno en la valoración médica, no sólo el tratamiento. Hasta ese momento, mi experiencia, en los lugares donde trabajé se centraba más en lo comercial que en el fundamento de la prescripción y el análisis. Y yo, lo que quería, era estudiar, valorar cada caso y a partir de ahí prescribir y actuar", asegura.
Carmen disfruta de un trato humano y médico que le distingue. De ahí su éxito. Una especialista con la que revisar la medicina estética de principio a fin, y con la que descubrir no solo la actualidad de su especialidad, sino también su previsible, prometedor y más inmediato futuro.
Beauty Med.: Desde que iniciara su carrera y hasta ahora, las cosas en medicina estética, han cambiado mucho. ¿Cómo ha sido la evolución de esta disciplina bajo su punto de vista?
Carmen Álvarez.: La evolución de la medicina estética desde que yo empezara y hasta ahora, efectivamente, ha sido espectacular. Cada mes se suceden las novedades y los lanzamientos. Referidos también a los propios productos, aparatos y tratamientos, pequeñas modificaciones que hacen que duren más o que queden mejor o que sean más naturales. Concretamente, creo que en los últimos 5 años han evolucionado muchísimo más que en toda su etapa anterior.
El tratamiento estrella de la medicina estética sigue siendo la toxina botulínica, tanto en hombres como en mujeres, si bien es cierto que no se pincha de la misma manera en unos como en otras.
B.M.: Y en lo referido a la demanda del usuario, ¿cada vez hay más pacientes?
C.A.: Sí, la medicina estética cada vez está más cercana a todo el mundo. De hecho, la sociedad en general ha incorporado la medicina estética a su vida como una necesidad. Y lo hace de manera cotidiana y común a la rutina diaria.
B.M.: Hablamos no solo de la mujer, sino también del hombre, ¿no es así?
C.A.: Efectivamente, cada vez más presente en la consulta. Y con requerimientos tanto en facial como en corporal. En lo referido al cuerpo, centrados en la pérdida de grasa y volumen en la región abdominal. Y en facial, buscando masculinizar los rasgos que se desdibujan con el paso del tiempo. Sobre todo el arco de la mandíbula. Con la toxina botulínica como uno de los tratamientos protagonistas, confirmando una vez más que es el tratamiento estrella, continúa siéndolo, de la medicina estética, tanto en hombres como en mujeres. Si bien es cierto que no se pincha de la misma manera en unos como en otras.
B.M.: Es decir, el bótox, sigue siendo el rey.
C.A.: Sí. El hialurónico tras él y en segundo puesto.
B.M.: Los rellenos de hialurónico, entonces, son otro de los grandes aliados de la belleza en medicina estética. Pero, y los hilos, ¿ganan terreno al relleno?
C.A.: No, cada uno de ellos ocupa su lugar. Cada uno cumple una función según el tratamiento y objetivo. Un hilo no me suplanta a un hialurónico ni al contrario. De hecho, se complementan. Hay pérdidas de volumen que las necesito corregir con un ácido hialurónico y hay determinados puntos y vectores de tensión que los corrijo mejor con un hilo.
La formación continuada en Medicina Estética es constante. Tanto en los congresos nacionales como los internacionales y por parte de las firmas comerciales.
B.M.: ¿Cómo se recicla Carmen Álvarez? ¿Cómo un médico estético está siempre al tanto de esta evolución de la medicina estética que es constante y además muy rápida?
C.A.: La formación continuada en Medicina Estética es constante. Tanto en los congresos nacionales como los internacionales y por parte de las firmas comerciales. Además del calendario de talleres que se realizan todos los fines de semana. Creo que somos la especialidad que más congresos y talleres tiene a lo largo del año.
B.M.: ¿Qué encontramos en la Clínica Álvarez? ¿En qué se diferencia o cuál es el valor añadido con respecto al resto?
C.A.: Sobre todo el trato al paciente. Somos, ante todo, honestos. Creo que la gente confía en Carmen Álvarez porque comprueba por sí misma que analizo la evidencia, estudio cada caso y recomiendo y actúo en consecuencia con el tratamiento idóneo. Teniendo en cuenta solo y exclusivamente aquello que le va a beneficiar al máximo al paciente con un precio ajustado. En la clínica, además, se incluye no sólo medicina estética, sino también estética o nutrición, dando un servicio global.
B.M.: Al hilo de la evolución y novedades en esta especialidad para la belleza y el antiaging, existe otro descubrimiento que dio mucho que hablar en su momento y continúa haciéndolo, el plasma rico en plaquetas. ¿Qué opina Carmen Álvarez del mismo y cuándo lo utiliza?
C.A.: Por supuesto, lo utilizo en los casos que así lo requieren y exigen. Pero sin confundir a nadie. Hay personas que tienen una imagen del plasma rico en plaquetas distorsionada, pensando que tras el tratamiento obtendrán un efecto similar al lifting quirúrgico, y no es así. Si una persona lo que desea es corregir determinada falta de volumen, flacidez o arruga, con el plasma rico en plaquetas no lo voy a conseguir y por lo tanto no lo puedo indicar para ello. Ahora, un paciente al que ya he tratado con hilos, bótox, hialurónico..., es el paciente idóneo para un plasma rico en plaquetas, con el cual consigo que le duren más los efectos de los tratamientos y una piel más bonita, luminosa y jugosa. También lo recomiendo en personas que no quieren, por un motivo u otro, bótox o rellenos. La repetición de plasmas continuados ofrece muy buenos resultados en dichos casos. También, y según tipos de alopecia, el plasma es una herramienta eficaz, optimizando la vascularización del cuero cabelludo y haciendo que el pelo crezca.
Hay personas que tienen una imagen del plasma rico en plaquetas distorsionada, pensando que tras el tratamiento obtendrán un efecto similar al 'lifting' quirúrgico, y no es así.
B.M.: ¿Dónde acaba la medicina estética y dónde empieza la cirugía?
C.A.: Por supuesto, en los casos en los que la primera no puede corregir determinados supuestos. Igual que al contrario. Hay veces que la mayoría piensa que determinado inestetismo lo corregirá la cirugía y, sin embargo, es contrariamente la medicina estética quien aportará la solución. Por ejemplo, una celulitis la corregiremos más y mejor con medicina estética que con cirugía. Ahora, una lipodistrofia en una zona determinada, requiere del quirófano. También existen los pacientes que no desean someterse a una operación o un postoperatorio, y en esos casos, ahí estamos nosotros, eso sí, hasta donde se pueda llegar, lo cual siempre se ha de advertir al paciente.
B.M.: ¿Qué nos queda por ver en medicina estética y en lo referido a rejuvenecimiento?
C.A.: Opino que el caballo de batalla es la flacidez. Y en ese sentido, estoy convencida que aún nos queda mucho por ver, sobre todo en cuestión de aparatología para la medicina estética.
B.M.: ¿Qué ha supuesto, ahora que hablamos de aparatología, el láser a la belleza?
C.A.: El láser lo abarca todo o casi todo. Desde hace más de 20 años, cuando se lanzó el primer láser para depilación, todo un descubrimiento sin duda, hasta llegar al momento presente con tecnologías de láser para las arrugas, las flacidez, la celulitis... Para todo, facial y corporal. Incluso, y el último en salir, para el tratamiento y rejuvenecimiento vaginal.
Lo que conseguimos con el láser vaginal es que aumente el colágeno y por tanto potenciamos la elasticidad, el espesor y la vascularización de la zona, con mayor irrigación.
B.M.: Otra de las tendencias que más han evolucionado en Medicina Estética, se refiere en este caso al resultado. Se lleva lo natural frente a algunas técnicas y rémoras del pasado que siguen haciendo pensar al paciente que si se somete a un tratamiento de bótox o hialurónico, se notará y su rostro se verá artificial.
C.A.: Efectivamente, una rémora del pasado, como bien ha dicho que estamos empeñados en desterrar. Frente a un efecto 'planchado' y de relleno, que identificaba a las caras que habían pasado por las manos del médico estético, en la actualidad, y ya desde hace un tiempo se busca, el que no se note. El efecto buena cara sin perder la expresión original, huyendo de la parálisis total.
B.M.: ¿El intrusismo es un problema para la medicina estética?
C.A.: Sí por los riesgos que conlleva. Los médicos estéticos estamos formados para que si hay una complicación la podamos subsanar. Gente que no está formada y está haciendo cosas que no se deben de hacer o ulizando productos que no se deben utilizar pueden llegar a procurar consecuencias graves para el usuario y que luego, revertirlas es realmente complicado. Aparte de la mala fama que adquiere un tratamiento en particular y la profesión en general.
B.M.: A este respecto, y otros, ¿cuál es el apoyo que recibe la profesión y el colectivo en general por parte de asociaciones y agrupaciones como la SEME, Sociedad Española de Medicina Estética y otras similares?
C.A.: Todo, porque son, en primer lugar, el centro, el eje de la formación, la información y la divulgación. Y además, y en segundo lugar, a nivel legal, luchan contra el intrusismo, revisan, denuncian... Defienden nuestros intereses y pelean por que se nos valore y reconozca a nivel colegial, para que se admita a la medicina estética como una especialidad médica, que es lo que es.
Cuantos mejores hábitos saludables observe, mejores a su vez van a ser nuestros resultados. Si además a todo ello añadimos micronutrición, vitaminales, oligoelementos..., pues ¡estupendo!, es la situación ideal.
B.M.: En su opinión, ¿cuál es el nivel de la medicina estética en nuestro país con respecto al resto?
C.A.: Considero que muy alto. Creo que los tratamientos que hacemos en España son de los mejores. En distintos congresos internacionales a los que he acudido así lo he podido comprobar. Con ponentes, formadores y especialistas muy bien preparados y con actuaciones y protocolos dignos de ser destacados.
B.M.: Y Carmen, como doctora, ¿dónde se encuentra más a gusto, en qué faceta, haciendo qué tratamiento?
C.A.: A mí me encantan los tratamientos faciales, he de confesar. Me apasiona el resultado de una cara natural en la que no se note nada de lo que se ha hecho y que tanto el propio paciente como los demás, disfruten de ese aspecto rejuvenecido y de esa frase que es "¡Qué guapa o guapo estás!".
B.M.: Mucho hablamos del tratamiento clínico, pero ¿qué papel desempeña por parte del paciente y la paciente el estilo de vida?
C.A.: Por supuesto, la alimentación, el ejercicio, los hábitos higiénico dietéticos que observemos, como el no fumar o nuestro modo de exposición al medio ambiente o la radiación solar, por ejemplo, influyen en los resultados y en el mantenimiento y envejecimiento del paciente. Cuantos mejores hábitos saludables observe, mejores a su vez van a ser nuestros resultados. Si además a todo ello añadimos micronutrición, vitaminales, oligoelementos..., pues ¡estupendo!, es la situación ideal. Sin olvidar que los tratamientos han de observar una continuidad. Sin mantenimiento los beneficios de la medicina estética no perduran indefinidamente.
La medicina estética ayuda a paliar las consecuencias de muchas fobias y obsesiones con respecto al físico, mejorando la percepción de uno mismo, aplacando depresiones y ansiedades.
B.M.: ¿La medicina estética es salud?
C.A.: Sí, salud física y también mental. La medicina estética ayuda a paliar las consecuencias de muchas fobias y obsesiones con respecto al físico, mejorando la percepción de uno mismo, aplacando depresiones y ansiedades.
B.M.: ¿Y el cosmético qué parte ocupa?
C.A.: Un lugar insustituible e importante. De nada me sirve hacer una toxina, unos hilos, mejorar una flacidez o una arruga si la calidad de la piel es mala. Ahí es clave el papel de la cosmética.
B.M.: ¿Cuál es el secreto de su trayectoria, de una clínica, de su clínica y su prestigio?
C.A.: El equipo, sin duda. Un equipo multidisciplinar en el cual nos apoyamos todos. Algo fundamental, tanto en el trato como en los tratamientos.