En un sector donde las tendencias vienen y van, hay dos tratamientos que permanecen intocables en el podio de la demanda: el bótox y el relleno de labios. Así lo asegura Rubén Bermejo, un antiguo alumno que ha llegado a ser profesor del Centro Europeo de Másteres y Posgrados (CEMP), quien explica que estas técnicas, lejos de ser una moda pasajera, son una constante en las clínicas de medicina estética: “No importa la época del año, porque estos dos procedimientos siempre son muy populares. A diferencia de otros, como los peelings, que sí que son más demandados de cara a otoño e invierno”.

Además, destacan nuevos tratamientos que también cuentan con un gran éxito dentro del sector como, por ejemplo, la blefaroplastia no quirúrgica. Se trata de una intervención que busca reparar los párpados superiores hundidos o caídos y que se realiza mediante un innovador pen generador de plasma.

“Este dispositivo es parecido a un lápiz y crea un pequeño arco voltaico que, en contacto con el oxígeno, genera el cuarto estado de la materia: el plasma. Esto crea una pequeña carbonización y una retracción de la epidermis, que hace este efecto tensor y de eliminar esta piel para tener un efecto de blefaroplastia”, subraya Bermejo, que por su experiencia y profesionalidad se ha unido al cuadro docente de CEMP. “Sin embargo, a la vez, estamos generando una herida en la piel que se intentará curar”, añade.

La ética profesional, un factor imprescindible en medicina estética

Para el experto de CEMP, “la ética profesional es decirle la verdad al paciente, indicándole el tratamiento que podría necesitar, si lo pregunta, pero también el que no necesita. Hay personas que me han pedido ciertas cosas y les he respondido que no se las puedo hacer. Yo siempre digo que quiero dormir tranquilo por la noche y nunca me ha perjudicado negativamente el decirle que no a alguien. Al contrario, se genera más confianza”.

También es importante evitar las falsas promesas, siendo totalmente sinceros en cuanto a los resultados esperados. En este sentido, Bermejo señala que “los pacientes no entienden hasta dónde podemos llegar e incluso nos traen recortes de revista, señalan una foto y nos dicen que quieren ser como esa persona. Por ejemplo, una señora de 80 años que quiere verse como una chica de 20. Nosotros no podemos llegar a quitarle a una persona 60 años”.

“El envejecimiento se mide con una escala y siempre decimos que nosotros podemos retrasar ese eslabón un peldaño, pero no podemos tirar para atrás dos o tres peldaños”, reflexiona el experto.

Alta demanda de profesionales del sector

Hoy en día, la medicina estética ya no es un tabú, como lo era hace unos años, y cada vez hay más personas interesadas en este tipo de tratamientos. Por ello, existe una creciente demanda de profesionales en este ámbito. Así lo asegura el equipo académico del Máster en Medicina Estética de CEMP, que cuenta con un amplio conocimiento de la situación actual del sector.









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