Es una realidad. El cuello es la zona que peor envejece -por su propia fisiología y por los factores externos que inciden directamente en él- y su tratamiento es complejo. El doctor Carlos Gómez, especialista en medicina estética, nos explica cuáles son sus particularidades y detalla su protocolo preferido a la hora de rejuvenecerlo.
Como explica el doctor Gómez, “por un lado están las arrugas finas y más superficiales que están relacionadas sobre todo con el daño solar; por otro tenemos las arrugas verticales y más profundas que aparecen a consecuencia del paso de los años y por el descolgamiento de la piel que también puede ser causado por cambios bruscos de peso; pero también hay que hablar de las arrugas horizontales -conocidas como anillos de Venus- que van empeorando a lo largos del tiempo”.
Y esto no es todo, porque también hay que hablar de la flacidez y la pérdida de los contornos mandibulares a consecuencia del afinamiento de la piel y la reducción de la producción de colágeno y la elastina. Todo esto hace que el tratamiento del cuello sea complicado y exija distintos abordajes.
Blanching + Hilos Tensores
El tratamiento que corrige arrugas y flacidez en una sola sesión. “El ácido hialurónico de baja reticulación aplicado mediante la técnica de blanching en las arrugas del cuello ayuda mucho a difuminar las pequeñas arrugas horizontales y verticales. Esta técnica consiste en hacer una especie de malla pinchando arruguita por arruguita y de esta manera también se forma una piel más firme sin que resulte un exceso de volumen”, explica el especialista.
Los hilos tensores, por su parte, se utilizan para densificar la piel del cuello creando un efecto de mallado y estimulando la producción de nuestro propio colágeno. “Los hilos de conos Silohuette Soft serían la mejor opción para realizar esta técnica y suponen el complemento perfecto para combatir la flacidez del cuello y marcar el ángulo mandibular” añade el doctor Gómez.