La terapia celular es uno de los métodos más revolucionarios entre los tratamientos que existen de rejuvenecimiento facial. Se trata de acelerar los procesos naturales de regeneración de tejidos gracias a la bioestimulación con plasma rico en plaquetas y factores de crecimiento, es decir, utilizando las proteínas que nuestro propio organismo genera.
Esta nueva técnica antiaging supone toda una evolución en cuanto a la regeneración y cicatrización de cualquier tipo de tejido, pues une el tratamiento con plasma rico en plaquetas (PRP) a los factores de crecimiento autógenos (FC).
El envejecimiento cutáneo
El envejecimiento cutáneo se produce por degradación celular, e intervienen factores como el paso del tiempo y la genética, además de un conjunto de mecanismos moleculares y celulares propios del envejecimiento, así como otros factores como la exposición al sol, las enfermedades, las hormonas, la nutrición, los hábitos tóxicos o los cuidados cosméticos.
Dependiendo de cada individuo, los signos de envejecimiento (arrugas, discromías, ptosis, brillo, luminosidad, etc.) aparecen antes o después. Para combatirlo existen cuatro grandes grupos de tratamientos:
1) Los curativos.
2) Los paliativos
3) Los preventivos.
4) Los restitutivos.
La bioestimulación, un tratamiento restitutivo
Los tratamientos restitutivos son una serie de procedimientos enfocados a restablecer el metabolismo y su funcionalismo cutáneo. La bioestimulación es uno de ellos, ya que activa biológicamente las funciones anabólicas del fibroblasto, como son la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico.
El Plasma Rico en Plaquetas (PRP)
El PRP es un producto de la centrifugación de la sangre que posee una gran cantidad de plaquetas, células sanguíneas cuya función es producir la coagulación de la sangre. Estas células contienen en su interior los Factores de Crecimiento, unas proteínas que se encargan de transmitir señales a las células para que éstas produzcan tejido nuevo. De esta forma, los factores de crecimiento aumentan la regeneración celular, produciendo vitalidad, grosor, elasticidad y tersura a la piel.
El Concentrado de Factores de Crecimiento autólogo (PRF)
Si al Plasma Rico en Plaquetas se le añade un Concentrado de Factores de Crecimiento autólogo (PRF) a partir de plaquetas jóvenes bioactivas, se consiguen mejores resultados en los tratamientos rejuvenecedores, ya que se obtiene una concentración 20 veces superior de factores de crecimiento.
Por eso la bioestimulación mediante PRF es una reingeniería de tejidos basada en concentrados tanto de factores de crecimiento como plaquetario. Sus proteínas en suspensión son más activas y estables que en el tratamiento sobre Plasma Rico en Plaquetas (PRP), y se encuentran preparadas para usar directamente sobre la superficie a tratar.
Aplicación de la Bioestimulación
Se extraen unos 20 ó 40 ml de sangre del paciente y se coloca en tubos con anticoagulante. Después se procede a una centrifugación para obtener una separación de las diferentes fracciones de la sangre, separando el plasma rico del pobre, y consiguiendo de esta manera el plasma rico en factores de crecimiento autógenos.
Sin necesidad de usar anestesia, el PRF es infiltrado subcutáneamente mediante microinyecciones en las zonas de la piel que queramos tratar y el plasma pobre se pulveriza sobre la piel.
También se puede aplicar de forma tópica, mezclado con grasa (como injerto) mediante inyección subdérmica, o en forma de coágulo plaquetario en cicatrices para acelerar su proceso de cicatrización.
Estas infiltraciones se pueden realizar en toda la cara, cuello y dorso de manos para tratar arrugas, elastosis, discromías, surcos pronunciados o cicatrices.
Efectos
La bioestimulación mejora el aspecto de la piel, su textura, tersura, tacto, tono, brillo o luminosidad, ya que restaura la vitalidad cutánea, aumenta su grosor, y recupera la elasticidad.
Ventajas de la Bioestimulación Facial
Además de no necesitar anestesia, no produce efectos secundarios ni rechazo, alergia o reacción a cuerpos extraños, ya que se trata de sustancias autólogas, extraídas de la sangre del propio paciente. Tampoco requiere ningún tipo de preparación previa y, tras su aplicación, las personas se reincorporan inmediatamente a su cotidianeidad.
Duración de los resultados de la Bioestimulación mediante PRF
Aunque los resultados se notan a los pocos días, a la semana ya son muy evidentes, llegando a un punto máximo a los 45 días. Cada cuatro meses se puede volver a aplicar si se desea mantener los resultados.