La campaña Freethenipple (pezones libres) surgió como un acto de rebelión contra la doble moral americana pero terminó por convertirse en un fenómeno viral y en una moda. A propósito de esta tendencia de destapar el pecho en general y el pezón en particular (también bajo la ropa), el cirujano plástico Rubén García-Guilarte habla de la función del sujetador y de la incidencia, cada vez mayor, de las operaciones estéticas del pezón.
"El sujetador es fundamental para evitar caídas precoces de la mama, ya sea pequeña, media o grande. No hay nada peor para la piel de esta zona que el bamboleo lateral causado por la gravedad o dormir boca abajo. El sujetador es un buen aliado a la hora de evitar distensiones forzadas de la piel", afirma el experto cuando se le pregunta sobre la importancia de esta prenda en todo tipo de mujeres y pecho.
La mastopexia de reposición del pezón es la intervención más solicitada a día de hoy. "Se trata de una cirugía sencilla que funciona muy bien en pechos con cierto grado de descolgamiento porque son los que suelen presentar el pezón algo caído", explica el doctor.
Aunque no es la única. "Existen intervenciones específicas para problemas congénitos, como los pezones invertidos o retraídos. Este problema, que sufre alrededor del 1% de las mujeres, se produce porque los conductos galactóforos no se han desarrollado bien y generan unos tabiques fibrosos y retráctiles que empujan el pezón hacia adentro", prosigue.
Para los pezones invertidos existe una solución limpia y eficaz que requiere de anestesia local. "Consiste en cortar estos tabiques y aplicar después unos puntos de sutura a modo de colchonero", aclara García-Guilarte.
Está comprobado que las soluciones no quirúrgicas son limitadas y tienen un alto índice de fracaso y recaída. Todo lo contrario que las opciones quirúrgicas, que suelen ser un éxito y logran mantener el pezón hacia afuera.
Fuente: Dr. Rubén García-Guilarte.