El Dr. Antonio Díaz, director médico de Slow Life House, recomienda una puesta a punto de la piel una vez pasadas las vacaciones y la exposición al sol. Con el tratamiento PRX-T33, se realiza un peeling altamente renovador pero nada invasivo, que se puede hacer sobre pieles aún bronceadas.
El tratamiento, de aproximadamente 30 minutos, reduce las manchas y cicatrices propias de la acné, mejora el poro, unifica la tez y proporciona una luminosidad intensa. Con el PRX-T33 se estimulan los fibroblastos y los factores de crecimiento epidérmico sin generar inflamación en la piel y sin dañarla ni alterarla. Se puede aplicar en cualquier época del año y en todo tipo de pieles y fototipos, incluidos los más altos, ya que no es fotosensibilizante.
Este tratamiento innovador combina el peeling convencional a base de ácido tricloroacético (TCA) al 33% y ácido kójico al 5%, con el peróxido de hidrógeno, por lo que es capaz de penetrar más rápido en la dermis, activando el proceso de regeneración de la misma sin ser agresivo. Los resultados son inmediatos y visibles desde la primera sesión.