Una de cada cinco mujeres en la etapa de la menopausia sufre las consecuencias de este síndrome, a veces a consecuencia de un cáncer que les provoca un menopausia temprana.
Adrián Gaspar, un profesional de la ginecología licenciado en la Universidad Nacional de Cuyo y especialista en láser, es el creador de una técnica revolucionaria para mejorar la salud sexual de las mujeres que se encuentran en esta etapa de la menopausia y disminuir los síntomas del síndrome ginecourinario, que tanto malestar produce. Sus investigaciones y trabajos hoy son premiados a nivel mundial. En 2016 ya obtuvo el premio a la mejor idea prototipo de salud femenina en el Primer Congreso de la Sociedad Europea de Ginecología Estética. En el 2017 ha sido la American Society for Laser Medicine and Surgery la que le ha otorgado este reconocimiento.
Gaspara siempre ha visto el láser como una herramienta médica muy futurista en su especialidad. En otras áreas de la medicina el uso del láser está más desarrollado, como sucede en oftalmología, dermatología, medicina estética, pero en ginecología es relativamente nuevo. Sus investigaciones le han llevado a desarrollar una técnica que trata la sequedad vaginal y la incontinencia urinaria a través del láser.
"Las mujeres entran en la menopausia disminuyen sus estrógenos, y esto provoca sequedad y ardor en la vagina, no sólo respecto de las relaciones sexuales sino durante el resto de las situaciones de la vida. Lo que ocurre con las hormonas es que muchas veces no se pueden tratar algunas enfermedades con ellas, porque están contraindicadas, por ejemplo en las pacientes que han sufrido cáncer, pero también hay cierta fobia a tomar hormonas, y a algunas pacientes las hormonas no les producen los efectos esperados", explica el dr. Gaspara.
Gaspara siempre ha visto el láser como una herramienta médica muy futurista en su especialidad. Sus investigaciones le han llevado a desarrollar una técnica que trata la sequedad vaginal y la incontinencia urinaria a través del láser.Las primeras evidencias las obtuvo tratando las heridas de la enfermedades como el VPH, que produce un tipo de verrugas en el útero. Al quemarlas con láser, notó que las pacientes mejoraban en este otro tipo de síntomas. Comprobó que el efecto de calor que genera la luz lograba una serie de cambios en la mucosa de la vagina que, a la larga, mejoraban los síntomas. Por eso publicó un trabajo en el 2009, que presentó en el Congreso Mundial de cirugía cosmética y medicina estética de Split, Croacia, pero fue rechazado. Finalmente, el American Journal of Cosmetic Surgery lo publicó. Este trabajo pasó a ser inmediatamente la guía de todos los trabajos que vinieron después.
Actualmente esta técnica ya se utiliza en 56 países más y 25 empresas de láser del mundo fabrican los elementos y la comercializan usando como referencia los trabajos del ginecólogo, que diseñó esta herramienta junto a un ingeniero en Europa.
El tratamiento se lleva a cabo en tres sesiones de 15 a 20 minutos cada una, una vez al mes durante tres meses. Es un procedimiento no invasivo con el que disminuyen los síntomas del síndrome genitourinario de la menopausia, y se evita la ingesta de hormonas y sus posteriores consecuencias.