Si hay una palabra que escuchamos a menudo en el campo del antiaging es la prevención. Bien lo sabe la Dra. Candy Hernández, médico estético y fundadora de Candhé Clinic, que afirma: “El paciente de medicina estética de hoy está más informado que nunca y prefiere tratamientos poco invasivos que previenen los signos de la edad y alargan la juventud del rostro”.

Candy Hernández.

¿Qué es el tratamiento con neuromoduladores?

“Se trata de un tratamiento que actúa más como preventivo que como solución. Los neuromoduladores consiguen relajar los músculos del rostro que generan líneas de expresión para que en un futuro no aparezcan. Por ese motivo, lo ideal es empezar el tratamiento antes de que empiecen a aparecer”, explica la Dra. Candy Hernández.

“Por explicarlo de forma sencilla, cuando movemos algunos músculos del rostro al reír o mover las cejas se forman pliegues en el rostro que con el paso de los años quedan marcados, lo que se conoce como líneas de expresión. El tratamiento con neuromoduladores, cuando está bien hecho, relaja estas expresiones para que podamos hacerlas con total naturalidad, pero sin marcar estas líneas de expresión”, aclara la Dra. Hernández.

El tratamiento con neuromoduladores se realiza mediante pequeñas infiltraciones, generalmente en el tercio superior del rostro, para prevenir las líneas de expresión de la frente, entrecejo y patas de gallo.

¿A qué edad empezar con el tratamiento?

“No hay una edad concreta ya que cada caso es distinto, pero el tratamiento con neuromoduladores suele dar muy buen resultado cuando se empieza alrededor de los 30”, indica la Dra. Candy Hernández.

¿Cuáles son los mitos más frecuentes sobre los neuromoduladores?

Mito 1. Salen más arrugas si no repites el tratamiento.
Falso. “Este tratamiento funciona como una cápsula del tiempo: mientras duran sus efectos no creamos nuevas arrugas. Al terminar su efecto, si no repetimos el tratamiento, veremos las mismas arrugas que teníamos antes del tratamiento”, explica la doctora.

Mito 2. Dejan la cara sin expresión.
Falso. “Siempre que el tratamiento esté bien hecho, los neuromoduladores únicamente relajarán las líneas de expresión, respetando tu expresión y permitiendo el movimiento con naturalidad”, aclara Hernández.

Mito 3. Los resultados no se ven al momento.
Cierto. “Al salir de la consulta no veremos ningún resultado. Los resultados empiezan a verse entre tres y cinco días tras el tratamiento y son totalmente visibles a la semana o diez días”.

Mito 4. Cuanta más cantidad aplicada, menos arrugas.
Falso. “Los mejores resultados no se consiguen con más cantidad de producto, sino usando las técnicas adecuadas para cada paciente”, explica la Dra. Candy Hernández.

Mito 5. Es un tratamiento para personas mayores.
Falso. “Al ser un tratamiento preventivo, funciona muy bien cuando se empieza en pacientes jóvenes que están en la treintena y empiezan a marcar sus primeras líneas de expresión. El tratamiento frena este proceso de envejecimiento, preservando el aspecto joven y natural del rostro los siguientes años”, aclara Candy Hernández.









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